Por Felipe González.
“México
inicia su trayectoria hacia el campeonato mundial!”. “El mundo se
detiene frente a un balón”. “Por un momento de olvidan las diferencias”.
“Miles de millones de personas verán los partidos”. “El fútbol es
pasión, es arte, es cultura”. “El fútbol es uno de los máximos
entretenimientos”. “Nadie puede sustraerse al Campeonato del mundo”.
“Todo es mercadotecnia y dinero”. “Es uno de los más grandes negocios”.
Patrocinadores,
productores, consumidores todos encuentran en el fútbol la oportunidad
para celebrar al mercado. El mercado se impone: la pregunta es siempre
la misma ¿Se produce por qué hay demanda? O bien ¿Hay demanda por qué se
produce? Eso es irrelevante. Lo importante sigue siendo ganar dinero.
La
gran masa no ganará dinero, pero lo aportará. Algunos realizarán gastos
o se endeudaran de una manera catastrófica. Serán los menos. Otros
–casi todos- contribuirán en la medida de sus posibilidades. Gastarán
para el ver futbol: compararán televisores, pagarán en restaurantes y
bares, se suscribirán a los sistemas de televisión pagada, compraran
camisetas y ropa de deportiva que nunca usarán para su diseño original;
se aplicará la doble moral de los productos licenciados a precios
exorbitantes, y la generación de mercados informales (ilegales o
criminales), para que todos, y en todos los niveles de precios, puedan
obtener un producto común, masificado e igualitario.
Se
comprarán golosinas, botanas, comida superflua, bebidas “espirituosas”,
se alterarán los horarios laborales, académicos, políticos y sociales.
No hablar de fútbol supondrá estar desconectado, se verá fútbol,
anochecerá y amanecerá con fútbol, se beberá fútbol, se comerá fútbol,
se…
Se trata de una gran fiesta. Se trata de una fiesta
mundialista, globalizadora, totalizante. Todos deben participar de
ella, todos pueden hacerlo, o casi todos, o por los menos muchos. Se
trata de lograr el mayor placer posible, para la mayor cantidad posible
de personas: bienvenido el utilitarismo. Todos requieren de
esparcimiento y distracción. Hay que reír, emocionarse, delirar, soñar,
arrebatarse, explotar, gozar y exultar. También habrá drama,
desencuentros, frustraciones y arrebatos. Es la vida y hay que vivirla,
revestida de fútbol.
Ciudad de México, 10 de junio de 2010.
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