Felipe González y González
Profesor del Entorno Político y Social.
Profesor del Entorno Político y Social.
IPADE.
1º de febrero de 2011.
La
noche del 1º de febrero de 2011, ha caído ya en el Cairo. EL Presidente
Hosni Mubarak ha prometido dirigirse a la nación esta misma noche.
Cientos de miles personas participaron en la marcha pidiendo su renuncia
inmediata. La presión de los manifestantes continua.
De momento Mubarak ha decidido no presentarse a las elecciones de septiembre; se resiste a dejar el poder ahora.
Los
manifestantes que han acampado en la Plaza de la Liberación exigen
reformas democráticas. Desde Tunez hasta Yemen, pasando por Jordania, el
mundo árabe se convulsiona. ¿Será esta gesta el inició de un movimiento
sostenido hacia la democracia, una mayor igualdad de oportunidades, que
permita mejorar los estándares de vida de una población sometida al
autoritarismo, la corrupción y la explotación?
La
presión internacional se suma a la exigencia de una transición
ordenada, pero incluya cambios inmediatos, como un gobierno de amplio
espectro que involucre a líderes de la oposición.
La
oposición encabezada por el Premio Nobel de la Paz, Mohamed El Baradei,
así como todos los grupos opositores, incluidos los Hermanos
Musulmanes, han llegado a un acuerdo de cuatro puntos: 1) Renuncia de
Mubarak 2) Disolución del Parlamento 3) Nueva Constitución 4) Creación
de un gobierno de transición.
La
revolución de enero lleva ocho días e involucra a jóvenes, estudiantes,
profesionales, familias enteras e incluso personas con grandes recursos
económicos. La declaración de Walid Abdel-Muttaleb, un hombre de 38
años, que ha participado en la marcha es todo un reto: “Hemos hecho la
parte más difícil tomando las calles. Ahora depende de los intelectuales
y los políticos que lleguen a un acuerdo y nos ofrezcan alternativas”.
La
praxis está dada. La revolución está en marcha. Habrá un nuevo orden en
Egipto. Esperemos que los políticos y los intelectuales logren dar una
salida racional a la crisis. Se requiere la práctica, los hechos
cuentan, pero el futuro depende de las instituciones, de la capacidad
para generar ideas unificadoras, que hagan posibles los caminos de la
paz, el progreso de todos, la construcción de una patria incluyente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario