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lunes, 5 de noviembre de 2012
Técnica y plenitud
El mundo es seguramente más habitable gracias al
trabajo y a la técnica desarrollada por el ser humano. Sin embargo todos en
esta civilización tecnológica sentimos la nostalgia de un mundo más cercano y próximo,
y crece en nosotros el anhelo de senciellez propio de lo originario e
identitario. El mundo hecho por los seres humanos, en ocasiones parece una gran
prisión que provoca gritos de libertad, de algo que sea totalmente distinto,
diferente y más auténtico y desde luego más pleno. Eso algo en afán de sentido,
es un deseo de felicidad que no proviene de las cosas, sino de un tu que es
totalmente diverso.
Egipto: los militares en el poder
Felipe González y González.
Profesor de Entorno Político y Social.
IPADE
1º de febreo de 2011.
La
gente lleva siete u ocho sin trabajar. Los salarios no pueden cobrarse.
El mercado de valores ha caído en picada. Se requiere de orden y
estabilidad ahora. Mubarak de irá en septiembre. ¿Por qué no esperar
unos meses más? ¿Si han aguantado 30 años, por que no esperar ocho meses
más? Existe un precedente histórico, cuando Marcos en Manila mando a
las tropas a contener la revolución, el Ejército se puso del lado
pueblo. Una celebre conversación telefónica entre Marco y Ramos, el
entonces jefe de las fuerzas armadas, puso fin al régimen e hizo posible
la evolución democrática. “Suficiente, es suficiente”, le dijo Ramos a
Marcos, y ese fue el punto final de la dictadura.
Parece
que Mubarak ha decido enfrentar la crisis y resolverla. Estaría
apostado por una transición más ordenada, en lugar de la una anarquía
implosiva. Las protestas se podrían ir disolviendo y eventualmente la
policía podría volver a imponer el control. ¿Será posible?
Tradicionalmente
los militares han sido el soporte de Egipto desde la creación del
República en 1952. Los militares han hecho posible la estabilidad. Deben
estar preocupados de que no haya un golpe de estado de los mandos
medios, en los que se observa un remanente islamista, que aunque ha sido
reprimido, persiste. El Ejército ha sido saludado por los manifestantes
y por la oposición, se ha contenido y no ha ejercido la represión. Los
militares pueden ser la fuerza equilibradora. Son respetados y pueden
imponer respeto, en una situación en la que ya nadie cree que pueda
continuar por más tiempo.
La
oposición esta unida en torno a la idea del cambio. Saben que no
quieren más tiempo a Mubarak, pero están divididos en todos los demás
asuntos. La oposición está integrada por grupos muy diversos en cuanto a
ideologías, creencias religiosas e intereses políticos.
Las
expectativas y las apuestas que cada uno de los actores son muy
elevadas. Mientras tanto el precio de algo tan esencial como el pan se
ha más que cuadriplicado. En el 2008 los militares tuvieron que tomar el
control sobre la producción del pan. Una masa hambrienta se convierte
en una masa violenta. Y todos esperan que los militares puedan asegurar
el abasto, mantener los precios y garantizar la distribución.
Una
salida posible al conflicto en el corto plazo, es que los militares
operen la transición. Dado el caso, esperemos que sea un auténtica
transición a la democracia, a la mejora de las oportunidades, a la
equidad y a la igualdad, que tanto desea y necesitan las personas de ese
pueblo.
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Egipto: la praxis y la teoría.
Felipe González y González
Profesor del Entorno Político y Social.
Profesor del Entorno Político y Social.
IPADE.
1º de febrero de 2011.
La
noche del 1º de febrero de 2011, ha caído ya en el Cairo. EL Presidente
Hosni Mubarak ha prometido dirigirse a la nación esta misma noche.
Cientos de miles personas participaron en la marcha pidiendo su renuncia
inmediata. La presión de los manifestantes continua.
De momento Mubarak ha decidido no presentarse a las elecciones de septiembre; se resiste a dejar el poder ahora.
Los
manifestantes que han acampado en la Plaza de la Liberación exigen
reformas democráticas. Desde Tunez hasta Yemen, pasando por Jordania, el
mundo árabe se convulsiona. ¿Será esta gesta el inició de un movimiento
sostenido hacia la democracia, una mayor igualdad de oportunidades, que
permita mejorar los estándares de vida de una población sometida al
autoritarismo, la corrupción y la explotación?
La
presión internacional se suma a la exigencia de una transición
ordenada, pero incluya cambios inmediatos, como un gobierno de amplio
espectro que involucre a líderes de la oposición.
La
oposición encabezada por el Premio Nobel de la Paz, Mohamed El Baradei,
así como todos los grupos opositores, incluidos los Hermanos
Musulmanes, han llegado a un acuerdo de cuatro puntos: 1) Renuncia de
Mubarak 2) Disolución del Parlamento 3) Nueva Constitución 4) Creación
de un gobierno de transición.
La
revolución de enero lleva ocho días e involucra a jóvenes, estudiantes,
profesionales, familias enteras e incluso personas con grandes recursos
económicos. La declaración de Walid Abdel-Muttaleb, un hombre de 38
años, que ha participado en la marcha es todo un reto: “Hemos hecho la
parte más difícil tomando las calles. Ahora depende de los intelectuales
y los políticos que lleguen a un acuerdo y nos ofrezcan alternativas”.
La
praxis está dada. La revolución está en marcha. Habrá un nuevo orden en
Egipto. Esperemos que los políticos y los intelectuales logren dar una
salida racional a la crisis. Se requiere la práctica, los hechos
cuentan, pero el futuro depende de las instituciones, de la capacidad
para generar ideas unificadoras, que hagan posibles los caminos de la
paz, el progreso de todos, la construcción de una patria incluyente.
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Gobernabilidad y Transparencia
Profesores: profetas o proficientes
Felipe González y González
Analista político
15 de mayo de 2008
Era dichararecho, listo y muy chilango. Fruto neto de una simbiosis entre el laicismo oficialista, la moralidad insobornable y el pragmatismo -que permite sobrevivir-. Agudo y reiterativo hasta el cansancio. Le encantaba cambiar una palabra por otra que fonéticamente fuera similar, aunque el significado literal cambiara por completo. Durante una temporada se refirió a todos los demás como “maestro”. Fue una moda del sector burocrático en todas las instituciones, que utilizó la palabra “maestro” como apelativo: “mira maestro”, “óyeme mi maestro” e incluso “sabes maestro”. Pero también intercambió “profeta” por “profesor”. “El profeta!”, así solía denominar a un conocido suyo, que algunas veces trabajó de profesor.
Gracias a este recuerdo me he puesto a cavilar en las siguientes duplas: “maestro – maís-tro”, y “profesor-profeta”. La primera me recuerda otras ideas extravagantes a lo que quiere ser este argumento. Cuentan que Carmelita Romero logró civilizar, en parte, a Porfirio Díaz y que colaboró a darle en sus retratos, ese aire augusto que tuvo hacia finales de su siglo. Pero cuentan también, que cuando a don Porfirio alguien le resultaba molesto, decía como para sí mismo pero asegurándose de que lo oyeran los otros: “ese gallo quiere su máis”. Lo que en muchas ocasiones era interpretado como darle su mole, y que supone, indefectiblemente, el sacrificio del pollo.
Lo que en Don Porfirio era indiscutiblemente un asunto de orígenes prosódicos, es para mí un tema de significados culturales. Tal vez porque orígenes y significados remiten a identidades.
Máis es maíz, que aunque mal pronunciado remite a un alimento básico. En México el maestro de escuela proporciona el conocimiento básico para la educación, y por eso es máis-tro, que a mí me suena como el que trae-el-maíz. En todo caso el máis-tro es el que sabe o el que pone los cimientos del posterior florecimiento. El maestro transmite, entrega o proporciona. Da seguridades y permite el arraigo. Pone bases y es un elemento básico inicial del desarrollo del educando.
Por ello en ciertas ocasiones, y refiriéndome a mi propio trabajo, me considero un auténtico “maestro-máistro-rural”, pues además de trabajar en una ex-hacienda, mis métodos se parecen a los del que pone los fundamentos, sin cuidarse de lo que resulta políticamente correcto. Dejando aparte lo biográfico, maestro incluye la idea del que logra cierta perfección en términos de desempeño o de sabiduría, cosa ciertamente no es biográfica en mi caso.
Por lo que respecta a “profesor-profeta”. Las implicaciones son claras. El profesor –digámoslo pleonásticamente- profesa. Es decir ejerce –según el diccionario- una ciencia o arte. Y ejercer –también según el diccionario- es ejecutar los actos propios de esa ciencia o arte. El profesor es un iniciado en la tarea de su especialidad. Una primera aproximación nos presenta al profesor como experto conocedor que realiza las acciones propias de la profesión, es decir de aquello que se ha hecho oficio, y que confiere un estatus en la vida. Lo cual de alguna forma remite a ser maestro.
Si hay algo que el profesor añade a la connotación de maestro -como iniciador en las tareas del espíritu o de la materia-, tendría que ver con el sentido o proyección del quehacer que da un lugar en el mundo. De ahí que la consonancia de mi amigo “profesor-profeta”, me remita a mí a la cuestión del significado, lo que me lleva a la idea del sentido, de la proyección y del futuro.
Actividad presente sin futuro avizorado es inconducencia. Lo inconducente no lleva a ninguna parte. Es realización de una acción sin finalidad, que agota recursos, energías y lastra los ideales. Acción consumida en el presente es materialismo craso, que desvaloriza a la persona: trabajo profesional del que profesa la nada como destino o el interés inmediato como justificación. No supone distancia respecto del objeto, y niega por ello la libertad.
Si se quiere ser profesor, se debería ser profeta. Los profetas se caracterizan por tener visión y un sentido de misión insobornable. Pero también es verdad que muchas veces se ha querido sobornar a los profetas.
Los profetas sin embargo no son siempre aceptados. El profeta sabe que no vino a ganar un concurso de popularidad. No hay profeta en su propia tierra. Por ello la distancia entre profesor-profeta es la misma que entre profesor y proficiente. Proficiente –nuevamente es del diccionario- es el que saca provecho de una cosa. Se parecen pero no es lo mismo. No es publicidad, sino una cuestión de sentido, y eso es también una cuestión de fondo y forma.
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Gobernabilidad y Transparencia
Hoy es el día que puede ser mañana.
Felipe González y González
La vi hecha grafiti. Era una pintada política. Seguramente es un “slogan” clásico de un “activista social” que juega al intelectual, y que se goza en las paradojas. (Y es que la paradojas son espléndidas, asombrosas y dilatantes, por ello nos gustan a todos. Bueno casi a todos. A todos los que tienen algo de sentido del humor, que es la materialización de la propia autocrítica.) La recordé a raíz de varias intervenciones, en las que recientemente, la he citado. Y esta mañana me he levantado con la frase en toda su contundencia: hoy es el día que puede ser mañana. Hoy es el día que puede ser mañana. Hoy es el día que puede ser mañana.
El hoy podría ser distinto del ayer: para ello tiene que ser mañana. Hay que tomar distancia del ayer que nos disgusta, con el que no nos identificamos porque no nos realiza. Es el ayer de la posibilidad no concretada, de la aplastante superficialidad, de la cretinidad que se pega al objeto del deseo, de la expresión insustancial, vulgar y fuera de lugar con la que vamos abriéndonos paso entre los demás.
En mi entorno inmediato hablamos mucho de hacer de la vida una obra de arte. De buscar la perfección, de lograr que cada uno y lo que nos rodea, adquiera una impronta diferente. Pero creo que en ocasiones nos quedamos en la pedantería cínica y aislante del que quiere aparecer sesudo a base de fingir ser flemático, o en la vulgaridad crepitante y volcánica del voluptuoso mastodonte.
Cuando el hoy se repite como ayer, nos sumergimos en la brutalidad de la cotidianeidad asumida como fatalidad. A la fatalidad del ayer se intenta escapar mediante la opacidad de las intenciones; del chascarrillo que se convierte en burla para lograr la autoafirmación: del comentario ya no banal sino cretino que obstaculiza la elevación, a base de bajar la mirada a lo que se come uno en el propio plato, a lo que están comiendo los demás, a las formas exultantes de las telas ajustadas sobre carnosidades desbordantes, al defecto físico o al comentario irrelevante sobre el estado del tiempo, el olor de la contaminación o la asquerosidad de los últimos avatares políticos.
Pero hoy es el día que puede ser mañana. Hoy es el día que podríamos empezar a vivir desde el futuro. De un futuro del cual cuelgan nuestras identidades, nuestras posibilidades, nuestras tendencias más profundas, nuestras añoranzas más sustanciales. No es el ayer del que vivimos. Aunque podemos vivir el hoy como el ayer. Nadie quiere vivir de lo que ha pasado, sino de lo que está por venir. Y el porvenir no es algo indeterminado, sino el encuentro con nosotros mismos.
Nos encontraremos a nosotros mismos en el futuro, no en el ayer. El ayer no nos contiene porque es la negación de lo que queremos ser. La verdad es que no queremos ser como ayer. Nos atrapa el pasado y consume nuestro presente. Queremos ser como seríamos en el futuro, si viviéramos el hoy como mañana.
En el futuro está el hombre o la mujer que todos queremos ser. No este hombre o esta mujer que se deja llevar del mal humor, de la irreflexión o del consumismo desenfrenado no ya de los recursos naturales (que también cuentan) sino de las propias energías. Nos gastamos sin darnos cuenta. Y necesitamos continuamente y de manera más imperativa que en lo físico, la energía intelectual, moral, psicológica y estética, que se consume en el hoy vivido como un ayer monótonamente repetido. Por ello el presente vivido desde el pasado es un aniquilador de las potencialidades humanas.
El hoy que puede ser mañana requiere de la visión de lo que somos, de lo nos constituye y necesita ser desplegado, de lo que nos hace ser y que al actualizarse no sólo no se consume, sino que renueva nuestra energía. Porque el acto propio del ser humano es la efusión que supone no sólo dar sin recibir, sino dar como un acto que permite el ensanchamiento de la humanidad personal y colectiva, que constituye un fondo inagotable de riqueza: la humanización de la vida y del mundo.
Humanizar es colorear la propia vida y el mundo, con los tonos de la generosidad, del interés más universal posible, del amor que hace posible la amistad en la que todos nos hacemos uno y mejoramos.
Pero se me olvida decir que el cretino, ese cretino tan parecido al que cada uno llevamos dentro, me abofeteo con su carcajada (porque las carcajadas golpean violentamente). “No se puede vivir para el futuro –me dijo-, eso es utópico”. Para él sólo existe el ayer que aparece en el presente como recriminación individual y colectiva, y que determina la vida como huida del pasado gozando del presente. Y el cretino masculló un enorme trozo de carne mal cortada, que engulló con un trago largo de vino, al que previamente agitó con fuerza pero sin darse cuenta, en una copa que se ha puesto de moda.
A pesar de ello, confío en que -el cretino y yo- intentaremos que hoy sea el día que puede ser mañana. Si lo logramos el presente se convertirá en protensión al sentido que la realiza la existencia humana.
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Gobernabilidad y Transparencia
Perspectivas políticas
Dr. Felipe González y González
Presidente del Centro de Estudios
para la Gobernabilidad Institucional (CEGI)
IPADE Business School
Un elemento dominante es, será y seguirá siendo la incertidumbre.
Subsisten los escenarios de confrontación. Hay quienes quisieran el fin de la pluralidad política, en nombre de una supuesta igualdad, que vuelva imponer un sistema hegemónico de dominación. Estos actores políticos buscan descarrilar la transición, con acciones que están al servicio de una ideología, que ha servido para perpetuar las causas de la pobreza, la baja autoestima y la incapacidad de articular acciones conjuntas para el bien de todos.
Grupos de campesinos, organizaciones ‘populares’ y ‘colectivos sociales’, con el apoyo de partidos políticos, buscan reabrir las negociaciones del TLC en materia agropecuaria, movilizando personas y recursos de una manera artificial, para echar una cortina de humo a la necesidad de cambios de fondo en el país.
Cuando estamos iniciando el final de la primera década del siglo XXI, el problema de México sigue siendo un problema de definiciones y toma de posiciones.
¿Queremos ir hacia delante promoviendo una identidad de proyecto en la que estemos incluidos todos los mexicanos, respetando nuestras características, diferencias y derechos? ¿O somos rehenes de individuos y personas, que quieren mantenernos en las situaciones de tutela y de minoría de edad permanente, que en el siglo XX profundizaron los rezagos, las injusticias y las discriminaciones?
El futuro de México depende de un nuevo pacto social que haga posible una política de mayorías estables que definan las normas, paradigmas y objetivos de la nación. No será fácil lograrlo, pero debemos intentarlo. Para ello es necesario ejercer a cabalidad, los derechos y los deberes que nos otorga la ciudadanía.
En el ámbito de lo coyuntural, el gobierno del Presidente Calderón parece que se rearticula con base en una nueva estrategia. Tiene que ser más efectivo en la promoción del desarrollo social y en el aliento a las condiciones que permitan una mayor productividad, y como consecuencia, una mayor capacidad de generar empleo. En las relaciones con los partidos se impone redimensionar las que mantiene con el PRI, mejorar su trato con el PRD y lograr acuerdos legislativos. Pero, en donde está su prueba de fuego, es en la creatividad que tendrá que desplegar para recuperar espacio de acción política, a fin de hacer posible la gobernabilidad democrática.
Calderón se ha asegurado la unidad en el manejo político, orquestando un equipo de trabajo que responda enteramente ante él y de sus objetivos: la presidencia del PAN, la Secretaría de Gobernación y la Secretaria de Desarrollo Social.
Lo que se haga en los primeros meses del año es crucial, pues para el segundo semestre empezará la cacería de las curules, y se registrarán los efectos de la Reforma Electoral para inhibir la guerra sucia.
Desde la coyuntura las opciones son limitadas, pero se pueden ir ensanchando en la medida en que los partidos políticos hagan patentes sus definiciones ideológicas y la oferta política, económica y social que ofrecen a la ciudadanía. Pues esa ciudadanía es la que tiene que redefinir los roles, los comportamientos exigibles y tolerables, y los compromisos conjuntos y solidarios, que los Partidos Políticos tienen que asumir de cara las elecciones legislativas de mitad de sexenio, en el 2009.
22-I-08
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Gobernabilidad y Transparencia
México y China: el largo camino a la democracia
Dr. Felipe González y González
Presidente del Centro de Estudios
para la Gobernabilidad Institucional (CEGI)
IPADE Business School
México y China, o China y México tienen logros importantes. Tienen asimetrías, diferencias y hasta oposiciones insalvables. Ambos países han tenido un desempeño aceptable. Han mejorado su competitividad, que es la llave de acceso para integrarse en la globalización. Pero la competitividad que importa es la que se refiere a la actuación futura, no a la que de una manera o de otra, ya han conseguido.
La inversión toma en cuenta, entre otros, dos factores que son determinantes: rendimiento esperado y riesgo previsto. Para atraer inversiones un país que requiere ser competitivo, hay que generar un alto valor agregado u ofrecer costos de producción atractivos, y un perfil de riesgo razonable.
México y China compiten tanto en términos de generación de valor como de costos producción, y por ello la diferencia, según el analista Luis de la Calle (El Semanario, 17 a 23 de enero de 2008, p. 18), puede estar el perfil de riesgo, que se puede convertir para el caso de México en una ventaja comparativa. Los inversionistas seguirán invirtiendo en China, pero necesitan diversificar su riesgo y un país como México puede ser una alternativa muy interesante.
China tiene una vulnerabilidad real. Ha crecido de manera espectacular, y tienen logros importantes. Pero no ha logrado acercarse al “régimen de la normalización institucional”. Debe pasar de ser un país de oportunidades coyunturales, basadas en la discrecionalidad de las autoridades y en las relaciones personales, a ser un país estructurado. No basta dar soluciones oficiosas y funcionales, hay que resolver, o al menos poner las bases, para enfrentar los problemas sistémicos y de fondo.
México se ha enfrentado, y se enfrenta también, una problemática similar, heredada del largo periodo de dominación hegemónica por parte de un único partido, que debe resolverse con la culminación del proceso de transición hacia la institucionalización de la gobernabilidad democrática.
Desde varios años, los analistas y estudiosos de la realidad china, han señalado focos rojos, entre los cuales se encuentra los siguientes: a) la política poblacional de control de nacimientos, ha sido tan despótica y autoritaria, que ha generado un desequilibrio entre el número de hombres y el número de mujeres, a favor de los primeros, lo que a su vez determinará una excesiva presión sobre los jóvenes, que deberán responder de las necesidades y demandas de una población que va envejeciendo, y a la que estructuralmente se le impide el relevo generacional, en términos de la distribución de las cargas socio-económicas. b) Hay un sobrecalentamiento de la economía china, que artificialmente se trata de neutralizar. Muchas de las enormes inversiones no generan rendimientos o los que generan están por debajo de las expectativas. Muchas iniciativas han terminado por ser elefantes blancos. La desigualdad entres los residentes de algunos puntos de la costa y la personas de la china profunda, se oculta en la demanda por los bienes de lujo. Se siguen teniendo que dar enormes subsidios y transferencias entre sectores y regiones, que a la postre generan déficits importantes, a los que tarde o temprano habrá que hacer frente. Los costos en materia ecológica pueden comprometer las inversiones en infraestructura, reduciendo la capacidad del desarrollo sustentable y justo. c) El gobierno chino se considera muy estables y no se avizoran cambios en el corto plazo. Pero hay que tomar en cuenta que la reforma económica requiere de la reforma política para darle sustento. Economía y política, mejora en las condiciones de vida y participación en las decisiones, son como las dos alas que todo sistema requiere para remontar el vuelo.
México cuenta con variables macroeconómicas que hoy, son su única carta de presentación en mundo globalizado. Pero requiere, para que la transición a la economía de mercado se consolide, de una serie de logros en materia fiscal, laboral, energética, educativa, además de conseguir mejorar de manera sustancial la seguridad pública, la gobernabilidad y el imperio de la ley, así como la infraestructura para el desarrollo.
México y China cuentan con aspectos positivos y atractivos. Del corto al mediano plazo, ambos países están en una misma carrera por lograr un modelo país inclusivo, democrático y competitivo. Para ello tienen que profundizar en las implicaciones que supone transitar hacia una economía de mercado, en la que el Estado y la sociedad garanticen resultados sociales, y para las familias y los individuos, sin poner en riesgo la generación sustentable de valor, de rendimientos, y de productividad.
La incógnita para ambos países consiste en saber quién de los dos logrará crear, en el menor tiempo posible, la nueva institucionalidad democráticamente normalizada. De ella depende el despliegue pleno de los derechos humanos, el desarrollo de la sociedad del conocimiento, gracias a la formación del capital humano e intelectual, y la distribución de responsabilidades, mediante la formación del capital social, permita el desarrollo de la gobernabilidad. Esto supone la integración de los sectores productivos con los esfuerzos de la sociedad civil, en un marco en el que el gobierno pasa de ser el protagonista del desarrollo, a convertirse en coordinador y facilitador. De esto depende, en última instancia. la innovación, la creatividad y el diseño que son los nuevos nombres del progreso, de la justicia social y del desarrollo sostenible.
4-II-08
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Gobernabilidad y Transparencia
Los Partidos Políticos: tiempo de definiciones
Dr. Felipe González y González
Presidente del Centro de Estudios
para la Gobernabilidad Institucional (CEGI)
IPADE Business School
Los partidos políticos se centrarán mucho en la definición ideológica, que es la base de su accionar y de sus posibles plataformas política, así como de su propuestas para las elecciones de mitad de sexenio en el 2009, y luego para el 2012.
El PAN se prepara para establecer una nueva estrategia tanto en sus relaciones con el Gobierno, como en la lucha electoral. El PRD será el escenario de una batalla interna que definirán sus posibilidades como partido político o como instrumento al servicio del culto a las personalidades. El PRI tratará de elevar el precio de sus apoyos con miras a las elecciones intermedias, al tiempo que una vez más intenta buscar una identidad.
PAN
Acción Nacional tratará de defender su línea doctrinaria. Pero necesita modernizar el lenguaje, orientarse a la innovación y la creatividad, al tiempo que redescubre las ventajas del trabajo en equipo y de la cooperación.
Una vez superadas las disensiones, fricciones y enfrentamientos, que en principio ya quedaron atrás, el PAN encabezado por Germán Martínez, debe tratar de aprovechar la ventaja que le da el comenzar el año con los cuadros renovados y listos para trabajar de acuerdo una nueva estrategia.
Las incógnitas que se presentan alrededor del PAN son las siguientes: ¿Podrá nuevamente hacer gala de la creatividad que mostro en el proceso de selección de su candidato a la presidencia de la república en el año 2005, y que tan buenos resultados le dio? ¿Logrará tener una mejor posición en la Ciudad de México y en el Estado de México en donde se concentra una buena parte de la fuerza electoral del país? ¿Logrará el PAN recuperar el espíritu de iniciativa, y podrá modernizar su discurso, a fin de seguir ampliando el numero de sus electores de entre los habitantes urbanos, los jóvenes y los profesionales en desarrollo, con los que logró identificarse en el año 2000?
El 26 de abril de 2008 en una Asamblea Nacional el PAN decidirá si se aprueban reformas a sus estatutos que se venían gestando desde la presidencia de Manuel Espino, pero que ahora tocará al nuevo presidente Germán Martínez Cázares llevar adelante. Las reformas que se estudian incluyen temas como los Principios de Doctrina, Código de Ética, así como aspectos relacionados con la normatividad, organización y funcionamiento del Partido. Sin embargo las principales reformas tienen que ver con la selección de los candidatos a puestos de elección de popular, los procesos de afiliación, la identidad partidista de los militantes, la vinculación con la sociedad y desde luego las relaciones del Partido con el Gobierno.
PRI
Se espera que Beatriz Paredes, presidenta del Revolucionario Institucional, convoque a una Asamblea Extraordinaria en la que se defina no sólo la posición del PRI respecto de las reformas planteadas para el año 2008 –energética, laboral y del Estado-, sino a la posición ideológica del partido.
¿Podrá el PRI tener una definición ideológica, algo así como un conjunto de principios a los que realmente responda, y que sean públicos? ¿Se trata de transitar de un partido de intereses a un partido de convicciones? ¿Es posible que el PRI logre dejar las conductas oportunistas y los objetivos personales, para construir una plataforma de ideas? ¿Se convertirá el PRI en partido confiable, que demuestra ser un interlocutor válido, o seguirá sin definir un perfil propio a la caza de una oportunidad para recuperar el poder absoluto?
De acuerdo diversas fuentes es posible que el PRI determine este año su posición ideológica hacia la izquierda, para intentar tener una definición de partido social-demócrata.
De momento siguen las indefiniciones y los escarceos respecto de su posición acerca de las reformas que debieran darse en el 2008.
PRD
El PRD esta pleno proceso para elegir a su nuevo dirigente. Pero hay algo más que está en juego. Se trata de una lucha por el alma del partido. Una vez más el PRD se confronta con su pasado y presente al servicio de un mesianismo individualista, y su futuro como institución.
¿Podrá el PRD encontrar una definición de izquierda que no sea anárquica y anacrónica? ¿Logrará dar el paso hacia una izquierda con capacidad de propuesta, y no meramente con capacidad de ‘piquete’ que amenaza e impide el movimiento? ¿Logra desprenderse de sus orígenes corporativistas, hegemónicos y antidemocráticos? ¿Podrá transformar el discurso de izquierda en propuesta constructiva, incluyente y respetuosa de las diferencias? ¿Podrá avanzar hacia ser un partido democrático, no solo de nombre, sino en la realidad a través de la conjugación del yo y el tu en el nosotros?
Todos los analistas coinciden en afirmar que frente a otros candidatos, la elección está entre Alejandro Encinas y Jesús Ortega. El reto que tienen enfrente es el de consolidar y hacer operativo al PRD. Tienen en contra el poder de las tribus y su reclamo de cuotas de influencia que terminan por hacer imposible una acción unitaria y eficaz.
Hasta ahora el PRD ha sido una gran posibilidad sin capacidad de materialización, debido a los liderazgos caciquiles, a los grupos radicales que hacen imposible una estrategia a seguir, factores ellos que determinan violaciones a las normas y procedimientos internos, el recurso a las acciones violentas y a la cooptación por la vía del clientelismo.
Al señalar que las candidaturas de Encinas y Ortega son frágiles, Alfonso Ramírez Cuellar y Camilo Valenzuela –los otros candidatos a dirigir el PRD- coincidieron en que gran parte de la problemática del PRD está en la incapacidad de la burocracia del partido, que tiene una clase política muy conservadora. Ramírez Cuéllar ha llamado a los militantes a una rebelión, ya que no hay voluntad de los dirigentes para desarrollar cambios profundos al interior del Partido. Camilo Valenzuela afirma que “estamos inconformes e insatisfechos con la dinámica burocrática puramente electoralista del Partido, con el vaciamiento ideológico y político de la vida del PRD”. (Cfr. El Universal, 28-I-08, p. A10)
30-I-08
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Gobernabilidad y Transparencia
Estructura y recesión previsible
Dr. Felipe González y González
Presidente del Centro de Estudios
para la Gobernabilidad Institucional (CEGI)
IPADE Business School
¿Se convertirá la recesión en los Estados Unidos en la crónica de una crisis anunciada?
México pretende enfrentar la crisis mediante una política contracíclica que promueva las inversiones públicas y privadas en infraestructura y gasto social. Sin embargo representantes del sector empresarial se ha quejado de que esos planes de contingencia o han sido formulados a destiempo, o bien no parece que vayan a ser muy efectivos.
En el año 2007 la inflación fue del 3.76 %, por debajo del 4% del 2006. Pero debido a las presiones del último año y medio, la inflación en productos alimenticios llegó al 7.5% Aunque se confía que para el año 2008 la inflación se situé no más allá del 4%, la economía mexicana enfrentará fuertes presiones.
Además de ejercer el gasto aprobado por el Congreso de manera eficaz, de vigilar el gasto corriente, de sacarle mayor provecho a los excedentes petroleros, de apuntalar al sector de la vivienda y de buscar nuevos mercados -que nunca se consiguen de la noche a la mañana-, el país necesita plantearse con seriedad la necesidad de políticas de gran alcance.
No se trata de salvar sólo la coyuntura, que por los demás es siempre variable y por lo tanto difícil de controlar. Se trata de mejorar en estructura, que es la que determina la fortaleza del país, de sus instituciones, de sus empresas y organizaciones. La inversión humana y física en estructura requiere esfuerzos sostenidos, crecimiento y reinversión. Resulta ser una actividad programable y controlable, es responsabilidad exclusiva de nuestro de país.
Hacen falta desde luego políticas de apoyo sectorial, es necesario que se siga dando prioridad a las políticas sociales compensatorias, pero es absolutamente imprescindible que se establezcan reglas para aumentar la competencia; políticas fiscales que alienten la innovación y la tecnología; y desde luego las reformas energética, fiscal, laboral y educativa, que requieren para su aprobación de una reforma del Estado. Esto, es tanto como afirmar, la necesidad un nuevo consenso social y político, acerca del país que queremos y que estamos dispuestos a construir como parte de nuestro futuro. 28-I-08
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Gobernabilidad y Transparencia
La crisis de la educación: soluciones y expectativas
Dr. Felipe González y González
Presidente del Centro de Estudios
para la Gobernabilidad Institucional (CEGI)
IPADE Business School
Nada más comenzar el año 2008, y antes de que acabar el mes de enero, se ha vuelto plantear el tema del subdesarrollo educativo de México. Como se sabe el país obtuvo el último lugar en el Programme for International Student Assessment (PISA), llevado a cabo por la OCDE en más de 60 países.
Presidente del Centro de Estudios
para la Gobernabilidad Institucional (CEGI)
IPADE Business School
Nada más comenzar el año 2008, y antes de que acabar el mes de enero, se ha vuelto plantear el tema del subdesarrollo educativo de México. Como se sabe el país obtuvo el último lugar en el Programme for International Student Assessment (PISA), llevado a cabo por la OCDE en más de 60 países.
El año 2007 evidenció la crisis del sistema educativo mexicano. En las pruebas PISA del año 2006, los estudiantes mexicanos de 15 años ocuparon las peores posiciones, a pesar de que México tiene un complejo y muy rico sistema educativo.
El gasto no es garantía del éxito
Hay varios aspectos que pueden ayudar a explicar el por qué del fracaso escolar de los estudiantes mexicanos: a) el abundante gasto en dinero no garantiza el éxito; b) el margen de maniobra de las autoridades es marginal en lo que a la calidad de la educación se refiere; c) el sistema mexicano refuerza las diferencias sociales, y d) no basta con disponer de tecnología hay que estar entrenado en ello y que tener disposición para usarla.
La situación es grave.
México no está en posición, al menos con los condicionantes actuales, de elevar el nivel de educación de los estudiantes. El 60 por ciento de los alumnos de 15 años en México no tienen los conocimientos suficientes para comenzar estudios superiores, ni responder, por tanto, a los requerimientos de la globalización.
La respuesta a la crisis de la educación en México es posible. Pero no se trata de una solución técnica, ni siquiera del monto de los recursos, sino de una actuación política que permita liberar al sistema educativo nacional. Hay que volver a poner la educación en manos de la sociedad. Hay que ciudadanizar la educación. Hay que recuperar el papel de los padres de familia, y de los profesores vocacionalmente orientados y profesionalmente preparados. Hay que diseñar un nuevo tipo de escuela que sea libre, innovadora, autónoma, cualitativamente competente y socialmente escrutada.
La clave está en la selección del profesorado
En un estudio de la consultora McKinsey (“How the world´s best performing schools systems come out on top”) se concluye que son tres las claves del éxito de los países que encabezan la tabla PISA (Finlandia, Hong Kong, , Corea del Sur, Japón, Canadá): 1) contratan a los mejores profesores; 2) les exigen mucho; y 3) intervienen en cuanto los resultados de los alumnos empiezan a bajar.
Por contraste se indica que no son los países que gastan más dinero en educación los que obtienen mejores resultados. En educación, como en muchos ámbitos, los medios materiales cuentan. Pero lo que resulta de decisivo es la voluntad de hacer bien las cosas, la motivación para desarrollar con excelencia una tarea. El sentido de la autoestima que proviene de hacer bien el trabajo, de cuyo cumplimiento depende el valor de la persona que se sabe responsable.
Un funcionario coreano resumía el desafío educativo en los siguientes términos: “la calidad de un sistema educativo no puede ser mejor que la de sus profesores”.
En México los profesores o maestros de enseñanza básica y media son reclutados en función de intereses políticos, para perpetuar un sistema corporativista de administración de la educación, que reivindica cuotas de poder económico y político, pero que olvida o carece de la visión o el sentido de misión que debe presidir cualquier tarea educativa.
De acuerdo a estudios hechos en Estados Unidos si se toman alumnos con talentos y capacidad media, y se les asignan profesores que están en el 20 por ciento superior de los mejor valorados, los alumnos se colocan en el 10 por ciento de los estudiantes con mejores calificaciones. Pero si a esos mismos alumnos se les asignan profesores que están en el 20 por ciento de los peor evaluados, los estudiantes caerán en el grupo de los alumnos con calificaciones más bajas.
La selección del profesorado es determinante para la calidad educativa.
En los Estados Unidos se gasta más dinero en la educación y han llegado al record más bajo de alumnos por profesor, pero el problema está, entre otras causas, en la selección de los mismos. Los maestros en Estados Unidos son reclutados en el tercio de estudiantes universitarios con más bajos resultados. Por contraste los países exitosos en educación hacen lo contrario. En Corea del Sur los profesores de primaria provienen del 5 por ciento de los mejores graduados, y en Singapur y Hong Kong del 30% superior. No es de extrañar que a mejor selección y desempeño de los profesores, mejores sean los resultados de los alumnos.
De acuerdo con el estudio de McKinsey, “conseguir buenos profesores depende de cómo se les selecciona y se les forma; la docencia puede ser una opción atractiva para los mejores graduados universitarios sin necesidad de pagar una fortuna; hay remedio para las escuelas y los alumnos que se quedan rezagados si se aplican las medidas adecuadas”.
El problema de la educación en México no es el del monto de los recursos, sino el de su asignación.
Sin duda hay que invertir más educación, pero con lo que estamos gastando en educación podríamos obtener como país mucho mejores resultados. Al respecto, Andreas Schleicher, Jefe de la División de Indicadores y Análisis de la Dirección de Educación de la OCDE, ha dicho que “México canaliza un gran gasto a la educación, pero el dinero no garantiza el éxito; hacen falta otros factores”.
“El sistema mexicano –continua el funcionario- refuerza las diferencias sociales (…) Hay naciones como Japón o Canadá que no están enfocadas al nivel social o sociocultural de los alumnos, sino a su desempeño. Las escuelas reciben recursos para enfrentar estos retos, es decir, abrazan la diversidad y la incorporan en su sistema. No es el caso de México: aquí realmente se favorece esta desventaja, aunque también hay excepciones.”
Intervenir a tiempo“En muchos países –dijo Schleicher en una rueda de prensa- hay margen de maniobra para que las autoridades intervengan cuando las cosas están mal, y ese es otro factor que hace posible la educación exitosa”.
Cuando las cosas van mal lo primero es detectar los problemas y para ello hay que evaluar periódicamente a los alumnos con exámenes normalizados, pero esto no necesariamente esta en relación con la calidad de la educación.
Algo que sí es determinante y que los países destacados siempre hacen, es intervenir pronto y siempre. Por ejemplo en Finlandia que es el número uno en el ranking, uno de cada tres alumnos recibe clases individuales de apoyo, lo que significa que uno de cada siete profesores se dedica a ayudar a alumnos que se pueden quedar atrás. En Singapur se imparten lecciones extra al 20% de los alumnos más retrasados.
Si
México quiere poder formar el capital humano e intelectual que requiere
para garantizar un mejor futuro a los niños y a los jóvenes, debe
prepararse para intervenir en la educación, es una tarea que el gobierno
debe realizar. Pero se requiere para ello del concurso de los
ciudadanos socialmente responsables, a fin de poder hacer frente al
costo político que la reforma educativa implicará.
1°-II-08
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Gobernabilidad y Transparencia
La agenda legislativa para el 2008
Dr. Felipe González y González
Presidente del Centro de Estudios
para la Gobernabilidad Institucional (CEGI)
IPADE Business School
Las grandes reformasLas grandes reformas son necesarias, están planteadas, pero se espera poco de ellas. Los partidos que las pueden hacer avanzar tienen agendas particulares, que se estructuran en función de los calendarios electorales, y de los intereses y protagonismos subjetivos.
Parece que en México lo “políticamente correcto”, en cuanto en a reformas estructurales se refiere, estriba en no emplearse a fondo. ¿Para qué hacer una reforma que resuelva los problemas, si se pueden hacer las cosas medias? La ventaja de los escalonamientos, el dejar pendientes los asuntos, es que ayuda a reciclar a los políticos.
El establecimiento de bases para el desarrollo en el nuevo contexto del México del siglo XXI, requiere de reformas mayores en educación, política fiscal, laboral, energética y de reforma del Estado. Los elementos básicos de esas reformas están definidos, su necesidad es imperiosa, pero la voluntad política de los legisladores se niega a ir al paso de la historia.
En materia energética se hace sentir la necesidad de una reforma integral, que estructure políticas de largo aliento para asegurar el movimiento y el avance del país. Pero tan sólo el régimen de Pemex y la necesidad de nuevas inversiones de fuentes no gubernamentales que no lesionen el gasto social indispensable para rescatar de la pobreza a millones de mexicanos, crea situaciones conflictivas. Los que quieren revivir el pasado, buscan sacrificar una vez más el bienestar de las mayorías, a la posibilidad de manejar discrecionalmente los recursos que son de la nación y que deben emplearse para beneficio de los ciudadanos.
El resto de la reformas enfrenta el embate de los sectores más reaccionarios del corporativismo fundamentalista que hemos vivido en el siglo pasado. De tal suerte que la profesionalización de la educación, la libertad para desarrollar las propias capacidades en la actividad laboral, o el impulso al desarrollo de iniciativas, innovaciones y generación de nuevos conocimientos y aplicaciones, pueden verse seriamente limitados por los poderes facticos cuya permanencia depende de las amenazas, de la capacidad de presionar y violentar las tendencias del desarrollo para imponer los propios intereses.
Los avances programados
Es indispensable nombrar al Presidente del IFE así como a los Consejeros Ciudadanos. El Legislativo sabe que está aquí en falta, y que el ataque al prestigio de las instituciones, sin olvidar los aspectos positivos de la reforma electoral, es algo a lo que debe poner remedio. Los nombramientos tendrán que hacerse.
Hay prácticamente un consenso entre los partidos políticos en las siguientes reformas o iniciativas: a) Introducir en el sistema penal los juicios orales, en un lapso de tiempo de alrededor de ocho años; b) mejorar la formación de jueces y abogados; c) reconocer la obligatoriedad de los tratados internacionales en materia de derechos sociales; y d) hacer cambios al formato político y protocolario del informe presidencial.
En lo que se refiere a las relaciones entre Ejecutivo y Legislativo, es posible que se aprueben: a) la “iniciativa preferente” que determinaría un proceso más expedito para dictaminar las iniciativas presidenciales, y que algunos estiman que podría ser de tres meses. Esta medida aliviaría la parálisis del gobierno en turno, y podría servir para dinamizar la relación entre el Legislativo y el Ejecutivo. Y b) el establecimiento de disposiciones para que el Ejecutivo pueda disponer de recursos, en caso de que no se haya llegado a un acuerdo, para la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación.
No parece que haya avances en la figura de un Jefe del Gabinete, ni la reducción y reelección de legisladores. No se esperan grandes avances en la reforma del Estado o del gobierno, pues sigue privando la mentalidad de corto plazo. Los partidos de la revolución no quieren terminar con sus privilegios
.
Otras iniciativas de los partidos
El PAN añadirá a las ya anunciadas reformas energética, laboral y del Estado, la reforma educativa que modernice la estructura de la enseñanza en el país.
Otras iniciativas de los partidos
El PAN añadirá a las ya anunciadas reformas energética, laboral y del Estado, la reforma educativa que modernice la estructura de la enseñanza en el país.
Pretende también reformar, adicionar o actualizar la Ley de Crédito y Ahorro Popular para que se regule y supervise a las más de 4,000 cajas de ahorro, de las que muy pocas cumplen las disposiciones vigentes, y la Ley de Sociedad Cooperativas para impulsar esta figura.
Impulsará también, la reforma al artículo 88 de la Constitución, para que el presidente no tenga que pedir permiso en viajes al extranjero, de no más de siete días. Propondrá la reforma a la Ley de Celebración de Tratados Internacionales, a fin de que el Senado tenga las facultades para conocer al detalle los tratados que firma el país. Se estudiará la transformación de la Secretaría de Seguridad Pública en Secretaría del Interior a fin hacerla responsable de la política criminal y de la coordinación de la policía federal.
El PRI quiere la paternidad de la Ley de Medios, y la diversificación de las opciones electrónicas. Buscará la reforma a la Ley General de Salud para hacer frente a los productos para la salud “considerados como ‘milagrosos’ o chatarra”. Y exigirá la reducción de las pensiones a los expresidentes, con lo que se podrían ahorrar 200 millones de pesos anuales.
También impulsará cambios en la manera de designar a los funcionarios del Gabinete. Que el Senado ratifique el nombramiento de los Secretarios de Hacienda y de Relaciones Exteriores. Algunas modificaciones en materia laboral, haciendo reformas a la Ley Federal del Trabajo. Para formular un plan hidrológico que impida desastres como el de Tabasco, se tratará de reformar la Ley Nacional de Agua y la Ley de Desarrollo Sustentable.
El PRD tratará de buscar un acercamiento con el sector privado. Alentará la reforma a la Ley de Adquisiciones, de forma tal que favorezca a la industria nacional, y mejore su competitividad. Fomentara iniciativas para impulsar una política industrial por sector, región y tamaño de las empresas. Estará de acuerdo en avalar una reforma para establecer presupuestos multianuales, tanto en las compras del gobierno como en el desarrollo tecnológico, así como para perfeccionar las leyes orgánicas de Banobras, Nafinsa y Financiera Rural para poder resucitar la banca de desarrollo.
El PRD, muy probablemente apoyado por el PRI, impulsará la creación de un Consejo Económico y Social que ciudadanice las políticas en ambas materias. Se promoverán también reformas a la Ley de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y a la Ley de la Condusef (Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros) para reforzar sus atribuciones y dar efectos vinculatorios a sus resoluciones. Y se propondrá la reforma del artículo 117 constitucional a fin de que se permita la asociación de dos o más entidades para impulsar proyectos de alcance regional.
Por encima de lo abultada que parezca la agenda legislativa, habría que pedir a los partidos políticos y a los propios legisladores, que tomen medidas para hacer más productivo el trabajo legislativo. Para evitar la parálisis del Congreso, haya que ampliar los períodos de sesiones, incentivar el estudio a conciencia de las iniciativas, y lograr la aprobación de leyes que posibiliten, incentiven y garanticen el trabajo de la sociedad, y su contribución a la solución de los problemas nacionales.
15-I-08
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Gobernabilidad y Transparencia
Sentencias sobre la inestabilidad financiera
Selección a cargo de Felipe González
El pánico sigue a las manías, como la noche sigue al día.
El nuestro ha sido un mundo sin mayores salarios, sin empleos estables, sin activos consolidados. Pero de hipotecas y créditos al cien por ciento.
Haga lo que usted quiera con el dinero: siempre cuando pague los intereses.
Los insumos son créditos pobres, pero los resultados son calificaciones triple A.
Es un mundo de confianza, de ingenuidad, de habilidades y muchos créditos baratos.
¿Crisis? ¿Cuál crisis? No hay crisis, sino tan sólo pánico. Esto que enfrentamos es una percepción subjetiva, que nada tiene que ver con la realidad. La economía real es fuerte.
El capitalismo es para la gente pobre, el socialismo es para los capitalistas. Y que le pregunten si no a Hugo Chávez, a Fidel Castro, a los sobrevivientes de las economías socialistas del este europeo, y desde luego a los millones nuevos de ricos de la costa de China.
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Gobernabilidad y Transparencia
Crisis especulativa: las mismas causas de siempre
Presento algunas opiniones de economistas y analistas financieros, recogidos un artículo de Gillian Tett, en el Financial Times del 27 de agosto de 2007.
“El sector financiero ha gastado gran parte de esta década en operar con una visión de corto plazo, que estaba mirando hacia al futuro, pero no hacia el pasado. (…) Los corredores financieros son muchas veces demasiados jóvenes para recordar muchos ciclos económicos. (…) los banqueros han presumido que efectivamente el futuro sería muy semejante al pasado, pero basados puramente en la más recientes experiencias.”
“En esta década la explosión de innovaciones de mercado ha redefinido las reglas de la finanzas. Para los financieros se han creado productos que distribuyen el riesgo de los créditos a través de los mercados capitales, y esto ha alterado la manera en que trabaja el sistema financiero.”
“Un no muy agradable verdad es que casi cada burbuja especulativa ha sido acompañada de la creencia de que la innovación había cambiado las reglas del juego”
“Los movimientos del mercado este verano han sido tan violentos que sugieren algunas grandes –no identificadas- instituciones están en tal estado de aflicción que han producido ventas de fuego de sus portafolios”. Gillian Tett, Doomed to repeat it?, Financial Times, 27-VIII-07, p. 5, para esta y las anteriores citas.
“Estos neo-modernos mercados crediticios no son muy disimilares, después de todo, de sus predecesores clásicos. Los catalizadores son diferentes, pero las reacciones de los mercados son similares a las de las crisis precedentes (…) desde nuestro punto de vista la historia de la economía y de los mercados de capitales en el largo plazo, es la mejor maestra y el mejor modelo para entender lo que ocurre en el presente”. Jack Malveym analista de Lehman Brothers.
La economía parece sana en sus fundamentos. Los movimientos financieros comparados con los de 1929 resultan extremadamente pequeños, pero se podrían establecer comparaciones que giran en torno a los modelos comerciales. En 1987 Wall Street había adoptado los llamados modelos “portfolio trading”, y ahora en 2007 una nueva generación de modelos llamados “quant” o “quantitive models”, parecen ser estrategias que magnifican las curvas de los mercados, y permiten inferir una conmoción en un delimitado segmento del mercado crediticio, que afecta a numerosas clases de activos.
“Lo que es muy de señalar en los modelos de riesgo que actualmente se están aplicando, en algunos mercados, es que no reflejan la experiencia del otoño de 1998, ocurrida sólo hace unos pocos años.” Harald Malmgrem, economista en Washington, D. C.
“Las crisis son como los huracanes. Cada una es única, aunque sabemos suficiente de ellas como para ser capaces de hacer generalizaciones. Nuestra más importante generalización (a partir del estudio de la crisis de 1907), es que la explicaciones provienen de una convergencia de causas, muchas de las cuales esta siempre presentes en la economía global. Y cuando esas causas encuentran la combinación adecuada, las crisis financieras emergen”. Robert Bruner. Es coautor de un libro de próxima sobre la crisis económica de 1907
Para Jack Malvey, las lecciones de la historia revelan que estos episodios ocurren con una aplastante regularidad, típicamente al menos una vez cada diez años, cuando hay un exceso de apalancamiento, de innovación y de excesivo orgullo en los inversionistas. “Los mercados –afirma Malvey- siempre se han movido en tres fases: una cautela pesimista, a la que sigue la complacencia, que finalmente desemboca en la exuberancia. (…) “Se puede decir que para el futuro, hay que estar alertas de un posible estremecimiento crediticio en el 2017. Pero tristemente para entonces, los mercados, una vez más. se comportarán como si la turbulencia de 2007 nunca se hubiera producido.”
Para algunos observadores los movimientos de los mercados en este verano, se ha debido a que las curvas de los precios estuvieron estables en la mayor parte de la década. ¿Puro nerviosismo?
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Gobernabilidad y Transparencia
Las especulaciones y las crisis financieras recurrentes
Centro de Estudios para la Gobernabilidad Institucional
CEGI-IPADE
31 de agosto de 2007
Las burbujas especulativas pueden durar años, pero tarde o temprano se revientan. Ello no impide que el genio creativo del capitalismo, genere otras nuevas y más codiciables burbujas en otros sectores de la economía.
Se reemplazan unas percepciones por otras. Se avanza hacia “nuevas fronteras” en la economía y las finanzas, en la industria o en determinaos sectores económicos, en las inversiones bursátiles, en los mercados de futuro, en las coberturas cambiarias, en la economía informática, en los créditos hipotecarios y en el sector de la construcción, y así sucesivamente.
Los precios del sector seleccionado empiezan a subir. Una etapa de buena perspectivas hace que la demanda se crezca al amparo de un oferta adecuada y bien provista de fondos, es decir créditos, para asegurar que, todo el quiera entrar a este mercado, pueda hacerlo. En el caso del sector en inmobiliario en los Estados Unidos, con la exhibición del diez o del veinte por ciento, se puede suscribir un crédito hipotecario para hacerse de una vivienda. Una vez que la ‘burbuja’ del nuevo mercado está en auge los precios empiezan a subir, de tal suerte que una propiedad valuada en cien mil dólares, puede pasar a tener un ‘precio’ de dos cientos mil. La persona que vive en esa propiedad, decide hacer liquida su riqueza y la hipoteca por dos cientos mil pesos, cuando en realidad vale cien. Así las cosas, no se necesita una gran clarividencia para saber que alguien va a perder. La pregunta verdaderamente importante es cuando se producirá el quiebre. En qué tiempo se va a hacer evidente, la imposibilidad real del cubrir el crédito.
El asunto se complica porque gracias a que estamos en la era de la innovación y de la creatividad, hasta los financieros han tenido tiempo para hacer sus incursiones e inventar nuevos productos y servicios financieros. Los créditos se hacen muy fáciles, y los riesgos se distribuyen, aminoran y racionalizan.
Finalmente viene un sobrecalentamiento, se producen los primeros síntomas de alarma, alguien afirma que la burbuja de la especulación en determinado sector puede explotar. Inmediatamente salen al paso los señores serios de la economía. Se desmiente que esta situación se pueda comparar con cualquiera que hubiera podido ocurrir en el pasado y se ofrecen garantías –con todo tipo de expresiones, de formulas retóricas y alegatos circunstanciados- que permiten a una nueva clase de ilusos especuladores de último momento, proveer del combustible que puede hacer que se incremente la hoguera de las vanidades.
Es el momento en el que aparecen los especuladores ´brillantes’ que disfrutan con los mercados maduros, y que ahora se apresuran a obtener tanta o más riqueza que los primeros que comenzaron el crecimiento exponencial de este sector. Es, también, el momento adecuado para que los inversionistas de fino olfato se decidan a tomar utilidades, lo que inevitablemente lleva a la espiral descendente que arrastra por los peldaños de la avaricia a los especuladores insensatos.
La lección es clara hay inversiones, mercados y apuestas que son para corredores de largo aliento, para aquellos jugadores que saben cuál es el juego. Un juego en el que los primeros en llegar son los primeros en irse, pero llevándoselo todo. Es un juego de maximización de utilidades, que los teóricos del mercado libre defenderán a ultranza.
Los mercados deben y pueden regularse a sí mismos. No se trata de un hecho, sino de una teoría, pues como dijo el presidente de la Reserva Federal de St. Louis “la Reserva Federal debe responder a las perturbaciones del mercado, únicamente cuando se ha hecho patente que atentan contra el logro de objetivos fundamentales como son la estabilidad de precios o una alta tasa de empleo, o cuando los desarrollos financieros del mercado amenazan los mismos procesos del mercado.” No se trata de una declaración hecha en los primeros meses de 1929, sino a raíz de las turbulencias ocurridas en los mercados, en el verano de 2007.
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Gobernabilidad y Transparencia
Estancamiento e inflación: el problema de la depresión.
Dr. Felipe González y González
Presidente del Centro de Estudios
para la Gobernabilidad Institucional (CEGI)
IPADE Business School
Los Estados Unidos están problemas. Y es más tienen serios problemas. Y como muchas personas en planeta, busca algún chivo expiatorio, en lugar de confrontarse con sus deficiencias, errores y limitaciones. En esa tarea los seres humanos hemos desarrollado, varios mecanismos de evasión, que nos permiten una tranquilidad falsa.
Para el caso de los estadounidenses las estrategias de diversión, se encauzan en el consabido triple enemigo: el exterior, el interior y el anterior. En año electoral, el enemigo anterior es siempre el Presidente en turno, que de alguna manera ya pertenece al pasado. En este caso además el Sr. Bush Jr., ha hecho bastante para que todos sientan un cierto consuelo con su partida virtual ahora y de facto a partir de enero próximo.
En el imaginario estadounidense entre los enemigos del exterior, además de los terroristas, están los inmigrantes, y particularmente los mexicanos de a pie, es decir los hombres y las mujeres más sencillos, discretos y pacíficos del planeta. Contra ellos hay que alzar muros, organizar cacerías, establecer agencias de inteligencia para perseguirlos en los puestos de trabajo, en las ciudades que ayudan a construir, en los hospitales o en las tiendas de comestibles.
La culpa de los males que padece el coloso (¿o se debería decir el ‘goloso’?) de América se debe a los migrantes mexicanos e hispanos, cuando son ellos los que sostienen los servicios, hacen posible la construcción de infraestructura, y permiten, también, un crecimiento de la demanda interna en términos reales. Hay en este asunto una hipocresía enorme, se les necesita y se les sataniza; se les considera un problema de seguridad nacional, cuando en realidad son una elemento clave para el crecimiento.
Finalmente queda el enemigo interior, para el que no hay tiempo en las campañas por la presidencia de los Estados Unidos, porque no se le quiere encarar, pues resulta políticamente incorrecto desenmascararlo.
El enemigo de Estados Unidos no está en la frontera sur, tampoco en la figura del presidente saliente, que es en cierta forma rehén de las circunstancias (aunque ciertamente haya contribuido a empeorarlas). El enemigo para los Estados Unidos está en casa. Esta en un modelo de vida que requiere más gasto del que es posible realizar, y que exige una trivialización de los problemas de la vida humana, en aras de una tolerancia que lleva a la pérdida del valor, para acometer metas arduas.
El declive de los países no tiene tanto que ver con los indicadores económicos, que revelan los síntomas, pero no dicen nada de las causas. Los Estados Unidos se encaminan a una desaceleración económica, y a una recesión que puede tener repercusiones mundiales. La causa próxima está en el estallamiento de la burbuja financiera del sector de la vivienda. La causa mediata en un déficit fiscal creciente, con el consiguiente endeudamiento del país, el desequilibrio estructural de la balanza comercial, y el debilitamiento del dólar frente al Euro.
Paradójicamente los intereses bajan, a fin de lograr una mayor circulación de efectivo, que estimule una cierta demanda por parte de los consumidores. Esta medida, aunada a incentivos fiscales trata de neutralizar la emergencia económica, para evitar escenarios desastrosos. Sin embargo la escasez de recursos financieros se hará patente.
Al margen de la eficacia de esas medidas, es evidente que el inicio del 2008 comienza con un cielo nublado, cargado de presagios de tormenta. El miedo está en las personas, y se refleja en la falta de confianza de los consumidores.
Hay temor por el futuro. No se trata ya, de unos terroristas que atentan contra el modelo de vida estadounidense, sino de si ese modelo se puede sostener. Hay un miedo profundo a reconocer que el modelo de crecimiento de la economía de los Estados Unidos no es sostenible ni franquiciable, que el sistema requiere de una cierta dosis de estimulantes que hace de momento la vida más frenética, pero que se pagan con la moneda de la depresión.
Pasa lo que con las personas, la euforia artificial de una autoestima sin fundamento, la energía desbordante que se consume a impulsos un psique polarizada, el consumo irrefrenable que suscita la tensión, acaba con los recursos del corto plazo para hipotecar el futuro. Se transmuta la esperanza en el sentido de culpa por el abandono de las propias responsabilidades, que indefectiblemente genera una depresión vital.
La vida de las naciones y la vida de las personas tienen sus paralelismos. Los individuos, cuando se ven acorralados, tratan de salvar la cara, mediante el sabotaje personal. Los países con el recurso al enemigo anterior y al enemigo exterior. En ambos casos no cabe duda de que la depresión está al servicio de la inflación de los problemas, de los precios y de los mecanismos de evasión, que se resuelven en el estancamiento.
Estados Unidos y México pueden y deben resolver sus problemas cuyas repercusiones son comunes, sólo si buscan realmente ir a las causas que los motivan: en un caso el recurso al consumismo rampante, en el otro la falta de apego a la ley y a las instituciones.
4-II-08
Presidente del Centro de Estudios
para la Gobernabilidad Institucional (CEGI)
IPADE Business School
Los Estados Unidos están problemas. Y es más tienen serios problemas. Y como muchas personas en planeta, busca algún chivo expiatorio, en lugar de confrontarse con sus deficiencias, errores y limitaciones. En esa tarea los seres humanos hemos desarrollado, varios mecanismos de evasión, que nos permiten una tranquilidad falsa.
Para el caso de los estadounidenses las estrategias de diversión, se encauzan en el consabido triple enemigo: el exterior, el interior y el anterior. En año electoral, el enemigo anterior es siempre el Presidente en turno, que de alguna manera ya pertenece al pasado. En este caso además el Sr. Bush Jr., ha hecho bastante para que todos sientan un cierto consuelo con su partida virtual ahora y de facto a partir de enero próximo.
En el imaginario estadounidense entre los enemigos del exterior, además de los terroristas, están los inmigrantes, y particularmente los mexicanos de a pie, es decir los hombres y las mujeres más sencillos, discretos y pacíficos del planeta. Contra ellos hay que alzar muros, organizar cacerías, establecer agencias de inteligencia para perseguirlos en los puestos de trabajo, en las ciudades que ayudan a construir, en los hospitales o en las tiendas de comestibles.
La culpa de los males que padece el coloso (¿o se debería decir el ‘goloso’?) de América se debe a los migrantes mexicanos e hispanos, cuando son ellos los que sostienen los servicios, hacen posible la construcción de infraestructura, y permiten, también, un crecimiento de la demanda interna en términos reales. Hay en este asunto una hipocresía enorme, se les necesita y se les sataniza; se les considera un problema de seguridad nacional, cuando en realidad son una elemento clave para el crecimiento.
Finalmente queda el enemigo interior, para el que no hay tiempo en las campañas por la presidencia de los Estados Unidos, porque no se le quiere encarar, pues resulta políticamente incorrecto desenmascararlo.
El enemigo de Estados Unidos no está en la frontera sur, tampoco en la figura del presidente saliente, que es en cierta forma rehén de las circunstancias (aunque ciertamente haya contribuido a empeorarlas). El enemigo para los Estados Unidos está en casa. Esta en un modelo de vida que requiere más gasto del que es posible realizar, y que exige una trivialización de los problemas de la vida humana, en aras de una tolerancia que lleva a la pérdida del valor, para acometer metas arduas.
El declive de los países no tiene tanto que ver con los indicadores económicos, que revelan los síntomas, pero no dicen nada de las causas. Los Estados Unidos se encaminan a una desaceleración económica, y a una recesión que puede tener repercusiones mundiales. La causa próxima está en el estallamiento de la burbuja financiera del sector de la vivienda. La causa mediata en un déficit fiscal creciente, con el consiguiente endeudamiento del país, el desequilibrio estructural de la balanza comercial, y el debilitamiento del dólar frente al Euro.
Paradójicamente los intereses bajan, a fin de lograr una mayor circulación de efectivo, que estimule una cierta demanda por parte de los consumidores. Esta medida, aunada a incentivos fiscales trata de neutralizar la emergencia económica, para evitar escenarios desastrosos. Sin embargo la escasez de recursos financieros se hará patente.
Al margen de la eficacia de esas medidas, es evidente que el inicio del 2008 comienza con un cielo nublado, cargado de presagios de tormenta. El miedo está en las personas, y se refleja en la falta de confianza de los consumidores.
Hay temor por el futuro. No se trata ya, de unos terroristas que atentan contra el modelo de vida estadounidense, sino de si ese modelo se puede sostener. Hay un miedo profundo a reconocer que el modelo de crecimiento de la economía de los Estados Unidos no es sostenible ni franquiciable, que el sistema requiere de una cierta dosis de estimulantes que hace de momento la vida más frenética, pero que se pagan con la moneda de la depresión.
Pasa lo que con las personas, la euforia artificial de una autoestima sin fundamento, la energía desbordante que se consume a impulsos un psique polarizada, el consumo irrefrenable que suscita la tensión, acaba con los recursos del corto plazo para hipotecar el futuro. Se transmuta la esperanza en el sentido de culpa por el abandono de las propias responsabilidades, que indefectiblemente genera una depresión vital.
La vida de las naciones y la vida de las personas tienen sus paralelismos. Los individuos, cuando se ven acorralados, tratan de salvar la cara, mediante el sabotaje personal. Los países con el recurso al enemigo anterior y al enemigo exterior. En ambos casos no cabe duda de que la depresión está al servicio de la inflación de los problemas, de los precios y de los mecanismos de evasión, que se resuelven en el estancamiento.
Estados Unidos y México pueden y deben resolver sus problemas cuyas repercusiones son comunes, sólo si buscan realmente ir a las causas que los motivan: en un caso el recurso al consumismo rampante, en el otro la falta de apego a la ley y a las instituciones.
4-II-08
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Gobernabilidad y Transparencia
La política y el diseño de las políitcas públicas
Dr. Felipe González y González.
Centro de Estudios para la Gobernabilidad Institucional
CEGI-IPADE.
Introducción.
Quiero que mis palabras iniciales sean un saludo cordial, afectuoso y fraterno, a todas y todos cuantos participan en estas reuniones que bajo la divisa de encontrar un nuevo lenguaje para las políticas públicas, nos ha convocado el día de hoy. Tenemos fundadas esperanzas, de que estas jornadas, sean un verdadero espacio no sólo el para intercambio de puntos de vista, que seguramente nos enriquecerán mutuamente, sino sobretodo para lograr juntos hacer frente a los reclamos que la gobernabilidad de nuestras sociedades esta exigiendo, para hacer posible que las medidas de gobierno sean al tiempo eficaces, justas y promotoras del desarrollo en todos los ámbitos de la vida social.
Al darles la más cordial bienvenida a estas tierras de frontera, entre el mundo el anglosajón y el iberoamericano, nos llena de orgullo y satisfacción que para sus reuniones tanto del Consejo Académico de IBERGOP, como para la reunión de la Red Iberoamericana de Ministros de la Presidencia y Equivalentes, así como la celebración de este Seminario-Taller, hayan pensando ustedes, que el marco más adecuado sea el ámbito de la academia mexicana, de la que estamos muy orgullosos por su pluralidad, profesionalismo y espíritu innovador, constituida por instituciones públicas y privadas de reconocido prestigio.
El haber querido enmarcar este Seminario-Taller en el ámbito de las instituciones académicas es, sin duda, un signo relevante, de la intrínseca conexión que existe entre el desarrollo y creación de conocimientos en el campo de la administración pública y la práctica de las acciones de gobierno. Por ello creo que no cometeré un exceso si afirmo, que para los académicos mexicanos es esta una singular oportunidad, que mucho valoramos y apreciamos cabalmente. De ese conjunto de instituciones académicas, por motivos meramente coyunturales nos ha tocado en suerte, al IPADE, el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa, tener la oportunidad de ser sus anfitriones, pues cualquiera de las instituciones académicas nacionales lo hubiera podido hacer igual o tanto mejor que nosotros mismos. Por ello al darles a todos ustedes las más cordial bienvenida, quiero hacerlo en nombre y como portavoz de todas las instituciones académicas del país, pero particularmente de las que hoy se encuentran aquí representadas como son El Colegio de México, el Instituto Nacional de Administración Pública, el Instituto Tecnológico Autónomo de México, el Centro de Investigación y Docencia Económica, y la Facultad Latinoamérica de Ciencias Sociales. Espero no haber incurrido en ninguna omisión, en que tal caso hubiera sido completamente involuntaria.
En nombre del Claustro de Profesores del IPADE y de la comunidad académica mexicana me es muy grato saludar con especial reconocimiento a los señores Ministros o Secretarios de la Presidencia de España, Perú, Uruguay y México, que hoy nos distinguen y subrayan con su presencia la importancia de las actividades que esta tarde iniciamos.
Saludo, asimismo, y doy la mas cordial bienvenida a todas y todos los participantes en esta reunión procedentes del Reino de España, la Madre Patria y de la repúblicas hermanas de Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Perú, Portugal, República Dominicana, Uruguay y México.
El proceso de toma de decisiones como actividad de gobierno.
Para nosotros en el IPADE es un motivo de especial satisfacción la realización de Seminario-Taller sobre el Nuevo Lenguaje de la Políticas Públicas, porque desde nuestros inicios nos sentimos especialmente ligados y obligados con las tareas de la administración pública, ya que de sus cometidos depende el desarrollo socio-económico del país, al que nuestros objetivos fundacionales nos remiten de manera vinculante. En 1967, el IPADE surgió como una iniciativa propia de la vitalidad y de la fuerza innovadora de la sociedad, para prestar un contenido científico a la toma de decisiones por parte de los responsables últimos en las organizaciones. Por ello nuestro Instituto incluye en su nombre, el concepto de la Alta Dirección.
Ya desde el primer programa, funcionarios públicos de primer nivel, participaron en nuestros cursos y pasaron a formar parte de nuestra Asociación de Miembros. Y en estos treinta y cinco años de existencia, esa tradición, no sólo se ha acrisolado sino potenciado. La razón es precisa, nosotros entendimos que el proceso de toma de decisiones, es un proceso de naturaleza eminentemente política, porque de lo que se trata es de determinar cursos de acción, que sean a la vez, justos y eficaces. Y para nosotros el diseño, la articulación y la implantación de acciones justas y eficaces es la mejor definición que podemos dar de la política.
Esto nos llevó, desde el principio, a no distinguir demasiado entre los procesos de dirección, ya sea que ocurran en el sector público o en el sector privado. Es más, pesamos que el núcleo de elementos y conocimientos que se requieren para tomar decisiones acertadas, es compartido ampliamente por los dos sectores. La razón estriba en que los procesos de dirección, a diferencia de los meramente administrativos, consisten en la dirección de personas. Y la dirección y el mando de personas, es esencialmente una acción de gobierno, que por su naturaleza propia es política. De esta manera nunca hemos percibido la relación entre sector público y el sector privado, como la yuxtaposición de dos racionalidades o maneras de operar diversas, sino más bien como la conjunción de dos variables en la lógica que hace posible tomar, como ya he dicho antes, decisiones justas y eficaces, en la micro y macro política, que son los ámbitos propios de la dirección de personas en el gobierno de una empresa, de una institución u organización, o de un país.
Para nosotros en el IPADE la esencia del proceso de toma de decisiones esta en su carácter prudencial, que no admite encorsetamientos, porque supone el juicio libre, al tiempo que objetivo, de la naturaleza de las situaciones o circunstancias sobre las que tenemos que operar. En este sentido hemos considerado siempre la actividad directiva, más como un arte que una ciencia. Un arte, el arte de gobernar personas -que desde luego incluye la administración de los recursos- para el que es necesario contar, al mismo tiempo, con una buena capacidad de análisis y una excelente capacidad de síntesis, como complementos proyectivos indisociables, que requieren a su vez, de las cualidades más finas del espíritu humano, como son la intuición, el saber por connaturalidad, el pensamiento creativo y la capacidad de innovación.
La política como conciliación de intereses divergentes.
De esta forma a la definición de la política como el arte de lograr resultados justos y eficaces, me permito añadir otro matiz no menos importante, y que viene como anillo al dedo, para la consideración de la temática que debemos abordar en las jornadas que nos esperan: la política debe ser considerada como la actividad mediante la cual se concilian los intereses divergentes en la sociedad, que por su propia naturaleza es eminentemente plural en sus manifestación y diversa en su composición. La política, en este sentido, supone una generalización empírica y un compromiso ético. Afirma que existe la diversidad, y considera que su preservación y armónica integración es moralmente obligatoria.
Por ello me atrevo a decir que, incluso antes que democrático, un sistema de gobierno debe ser político, porque en su naturaleza esta la búsqueda de la conciliación y el entendimiento, como condición sine qua non para la obtención de resultados justos y eficaces.
Sabemos que nuestras sociedades son lo suficientemente complejas, plurales y variadas en sus individuos, comunidades, organizaciones y partidos políticos, en sus diversas etnias y territorios, como para estar concientes de que, solo un sistema político de gobierno puede dar cabida a la esperanza.
En los albores del siglo XXI, es necesario aceptar que el nuevo lenguaje de las políticas públicas, no es, con ser muy importante, el de la simple administración de los recursos, ni estriba en la adopción indiscriminada de las tecnologías de la información, y mucho menos en la aceptación acrítica de modelos matemáticos. Nuestras sociedades son tan complejas y están tan fraccionadas, que sólo la política es una respuesta adecuada al problema de la gobernabilidad. Sólo un sistema político de gobierno nos asegurará la posibilidad de sobrevivir y crecer, porque al tiempo que asegura un orden social justo, permite la mayor expresión de la libertad individual.
La política como clave de la gobernabilidad democrática.
La política surge, en las empresas, en las sociedad y en los estados, de la aceptación de las limitaciones. Aceptar las limitaciones es un simple ejercicio de la prudencia, que reconoce el poder de otros grupos e intereses sociales. La política es por ello la consecuencia directa de la incapacidad de gobernar en solitario.
Así, entendemos que la acción de gobierno, considera a la política como la actividad mediante la cual se concilian intereses divergentes dentro de una unidad nacional, en la que se reconoce la existencia de otros grupos y poderes, necesarios para el bienestar y la supervivencia del conjunto de la sociedad. Por ello la política privilegia el diálogo y el entendimiento, basado en el respeto al orden jurídico y a las facultades, que cada poder, ya sea público o privado, en sus distintos niveles, posee y debe ejercitar. La política es la clave de la gobernabilidad democrática, porque aunque modesta en sus planteamientos, es fuerte en su consistencia moral, incluso ante los que, cuando es posible hacer una política abierta, pública y libre, con la sola restricción de la ley y el respeto a las instituciones, se niegan a realizarla.
Un sistema político de gobierno es un tipo de gobierno en el que la política logra garantizar una estabilidad y un orden razonables. Por ello, la articulación de la participación de la sociedad civil en el diseño, implementación y evaluación de las políticas públicas -el otro gran tema de estas jornadas-, depende las acciones de gobierno en todos sus niveles, porque es el gobierno el que hace posible la política, y la política es la tarea de los ciudadanos libres. El reconocimiento de los derechos de los ciudadanos a estar informados y participar, no esta sin embargo garantizado, si el gobierno no reconoce a su vez, los derechos de la oposición, no solo con una actitud tolerante, sino como una real apertura a la crítica pública, que puede y debe ser, potencialmente efectiva. El sistema de conciliación de intereses puede ser una estructura muy compleja de procedimientos, incluso frustrantes, pero garantiza que no se tomen decisiones hasta que todas los planteamientos y objeciones de peso hayan sido presentados y discutidos.
La política necesita de hombres y mujeres que puedan actuar con libertad. Pero no se puede actuar libremente en ausencia de la política. La política es una manera de gobernar sociedades plurales sin violencia innecesaria, y la mayoría de las sociedad son plurales, aunque haya quien piense que la pluralidad es el verdadero problema.
Primacía de la política sobre la economía.
Por ello para Aristóteles la política no tenía un origen divino, sino meramente natural. La política, era para el Estagirita, la ciencia de las ciencias en el mundo de los hombres. No porque que incluya todos los temas o todas las cuestiones, sino porque establece unas prioridades y un orden en las demandas antagónicas sobre los recursos siempre escasos de la comunidad.
El problema fundamental de la sociedad es que las demandas son infinitas y los recursos limitados, por ello la ciencia de las ciencias es la política y no la economía. Las decisiones respecto a la asignación de recursos no son esencialmente económicas, son, por el contrario, esencialmente políticas. Y son decisiones políticas, y no simplemente gubernamentales, si se toman de manera racional, contemplando todos los factores importantes mediante mecanismo políticos de consulta popular y de libertad de expresión.
Es en la política, y no en la economía, en donde encontramos la expresión creativa de la dialéctica de los opuestos: la política es al mismo tiempo prudencia temeraria y unidad diversa, es contemporización creativa y juego serio del que depende la existencia de la civilización libre. La política es, también, conflicto hecho debate, que nos impone una misión, una misión humana a escala humana: lograr el acuerdo. Pero no los acuerdos de la política palaciega que al estar privada de lo público se desnaturaliza, y puede evitar en aras de la negociación lo que es mejor para el país.
Por otra parte sabemos del costo en sufrimiento humano, que decisiones meramente tecnócratas o de mercado sin un referente social, pueden producir en vastos estratos de una comunidad nacional. Es por ello que la política debe ser el espacio privilegiado para lograr acciones justas y eficaces, mediante políticas públicas que incluso corrigiendo al mercado, aseguren no sólo el crecimiento macroeconómico, sino la armonía interna entre los distintos estratos de la población, mediante la distribución real de beneficios y posibilidades. Estamos convencidos de que la función política es la conciliación de intereses divergentes, y por ello y para que sea creíble no sólo debe estar basada en decisiones y acciones justas, sino que éstas deben ser evidentes. Este es el sentido último de la expresión sobre el imperio de la ley, que tiene una traducción muy precisa en el diseño e implantación de la políticas públicas.
El mercado determina los precios, pero no resuelve los problemas morales de la distribución, de una mas justa igualdad de oportunidades, o de la elevación de la calidad de vida para todos. De hecho, todos sabemos, que puede agravarlos. Por ello la política interesa tanto a los empresarios, a los académicos e investigadores, a los analistas y observadores, y a los hombres de gobierno. Y por ello la gobernabilidad democrática de un país, requiere para ser pacífica y eficaz, de una política de ciudadanía activa, que responsable comprometida, entienda, como lo afirmaba Spinoza, que “el buen gobierno de los asuntos públicos, no podrá depender de la buena fe o de la buena voluntad de nuestros actuales o futuros gobernantes, sino de la profunda transformación a las reglas que organizan y administran a la sociedad”, y que en buena medida dependen de los ciudadanos.
La política como expresión de la libertad.
Finalmente permítanme para terminar, que evoque aquí el lema de nuestra Universidad, la Universidad Panamericana, de la que el IPADE es la primera piedra, y nos señala que Ubi spritus, libertas! ¡Dónde esta el espíritu, hay libertad! Así que no hace falta que les diga que se sientan como en su casa, pues esta Universidad es la casa común de todos los que aman libertad. Parafraseando el lema de la Universidad, diría también que, donde hay política, hay libertad. De esta forma, señoras y señores, me atrevo a concluir afirmando, que la política y los políticos merecen elogios, porque la política es una actividad de hombre y mujeres libres, al servicio de un fin trascendente. Esto no es adulación o engaño, porque como ustedes saben muy bien, el elogio en labios personas libres es valioso, y es, en cambio, una muestra sincera del aprecio y reconocimiento que merecen los líderes políticos, pues es el único que no adolece del servilismo o la condescendencia.
* Ponencia introductoria al Seminario- Taller “El Nuevo Lenguaje de la Políticas Públicas: la Articulación de la Participación de la Sociedad Civil en el Diseño, Implementación y Evaluación de las Políticas Públicas” Escuela Iberoamericana de Gobierno y Políticas Públicas, IBERGOP.
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Liderazgo e identidad.
Felipe González y González
Ciudad de México
23 de agosto de 2007.
En los análisis sobre liderazgo hay nociones o representaciones mentales que están a la baja. Por ejemplo la idea de liderazgo basado en un carisma único e intransferible, en una inteligencia sumamente aguda o en el aura de autoridad absoluta están en crisis, al menos en algunos ambientes.
El buen liderazgo es algo no podemos “crear” a nuestro antojo y de la nada, pues se refiere a otras personas. Es cierto, que en alguna medida, podemos re-inventar nuestra imagen, mediante procesos variados que van desde el recurso a los cosmeticos hasta la “cirugías profundas” que se hacen en los pliegues del alma. Lo que no podemos inventar es la relación de liderazgo, porque el liderazgo esta ligado de alguna manera con la autoridad, y a autoridad demanda el reconocimiento social.
Se puede obedecer externamente a una fuerza que se nos impone, pero nunca se le reconocerán los atributos de autoridad o liderazgo. Se tratará de una tiranía, de una dictadura o de un sistema despótico. En esos casos se recurre al temor, a la violencia o a la imposición injusta. Las formas pueden ser variadas pero siempre resultan ilegítimas e ilícitas. En ese sentido no se puede aceptar como medios de motivación los premios (la zanahoria) o los castigos ( los palos), pues además son ineficaces, logran metas inmediatas, circunscritas al corto plazo, y de desde luego no produce ningún cambio positivo en las mentes o en los corazones de los demás, aunque sí los pueden destrozar.
El liderazgo en cambio supone legitimidad, licitud, acción justa que reivindica el bien del otro. El liderazgo se sitúa en las dimensiones del bien de la persona, de la persona del otro. El liderazgo no es simplemente el reconocimiento a alguien que se impone, al que hay que reverenciar y aplaudir.
El liderazgo es algo que se orienta al cumplimiento de una misión y al incremento de valores humanos. El liderazgo supone la condición social en los seres humanos. Supone el respeto mutuo; por eso no es líder quien avasalla, por si fuera poco, a los que no se pueden defender.
El reconocimiento al líder tiene que ser otorgado. Supone, como ya dije, un reconocimiento mutuo. En ese sentido se basa en un diálogo, que no es lo mismo que un doy para que mes des –quid pro quod-. El dialogo es la aceptación mutua de valores, de creencias y de ideales. La resultante se plasma en aquello por lo que vale la pena trabajar, luchar o combatir, y se constituye en programa, en proyecto o visión de futuro. Por ello el liderazgo esta relacionado con la identidad como proyecto, es decir como síntesis de aspiraciones en las que se involucran todos, en la que todos son importantes, y en la que el liderazgo tiene una función importante pero relativa. Relativa a cada persona pueda ganar en humanidad, en desarrollo, en crecimiento y en aportaciones valiosas para los demás.
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Los lectores y los estudiantes no son consumidores
Presidente Ejecutivo
Centro de Estudios para la Gobernabilidad Institucional
CEGI-IPADE
Ciudad de México.
Los lectores, los educandos, los estudiantes no son consumidores. Hay un deformación del pensamiento fruto del economicismo ramplón que ve al ser humano y a sus relaciones sociales, sólo y exclusivamente, desde el punto de vista de la oferta y la demanda.
Se trata de quienes piensan que el mundo humano es sólo un mercado, y que sólo tiene las dimensiones de la compraventa. Se presentan ideas, conocimientos y modelos educativos como opciones de una oferta variada, en un mercado que busca capturar nichos para preservar sus intereses, obtener sus ganancias o ejercer su influencia o poder.
Hoy quiero recordar a cuantos nos ocupamos de la cultura, de la ciencia y de la generación y difusión del conocimiento, que los lectores, los educandos, los alumnos o los estudiantes son personas humanas con un destino trascendente, y que tiene como ciudadanos el derecho de participar cultural y políticamente, para lo cual es necesario que los informadores y los investigadores, los profesores y los académicos brinden conocimientos y métodos científicos que permitan a esas personas una aproximación racional a la realidad, es decir válida y verdadera.
No se trata de capturar a personas de determinada corriente ideológica, no se trata de promover una visión parcial e interesada de la realidad. Se trata de mantener la posibilidad de un entendimiento entre todos los actores de la vida social, económica y política de nuestras comunidades, y ello pasa necesariamente por el compromiso con la verdad, con la investigación científica, con el juicio de valor para poder determinar que es correcto o incorrecto, justo o injusto, sostenible o depredador.
El mercado cumple una función importantísima en la asignación de recursos y en la promoción de su efectividad y eficiencia, y por ello hay que promoverlo como uno de los mejore medios para la generación y preservación de la riqueza. Pero hay que negarle carta ciudadanía cuando se le pretende poner como rector de los valores, de las virtudes, de la moral o de la ética, de la cultura o del conocimiento, porque los seres humanos no pueden ser reducidos al funcionalismo salvaje que los reduce a meros consumidores.
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Las universidades y el lenguaje del mercado
Dr. Felipe González
Resulta preocupante que en muchas instituciones de educación superior, pero particularmente en las que no son sostenidas por el gobierno, se hable cada vez más el lenguaje del mercado y no el lenguaje de la vida académica. Con esto se hace una escisión mayor en la institución universitaria. Tan universidad es o debería serlo una universidad privada como una universidad pública. La naturaleza de la universidad no radica en el origen de los fondos con los que opera. La universidad es una institución social con identidad propia independientemente de que su financiamiento recaiga sobre el erario público o sobre los recursos de los miembros de la sociedad.
Sin embargo es notorio que en las universidades privadas se hable cada vez más con un lenguaje propio de los negocios, y no con el lenguaje de la ciencia y del conocimiento. Las universidades, ante el prestigio y el liderazgo del sector empresarial están imitando sus formas de organización, su lenguaje y quién sabe si hasta sus objetivos y metas.
Es común oír hoy en día, que los directivos y profesores universitarios hablan de la penetración en el mercado, de la fuerza o el valor de la marca, de los productos con los que se puede competir –para referirse a los programas o curso que imparten-, de los clientes, para designar a los alumnos y estudiantes, y del margen o de la rentabilidad con la que operan.
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Compromiso entre intelectuales y pueblo
Dr. Felipe González y González
Presidente Ejecutivo
Centro de Estudios para la Gobernabilidad Institucional
CEGI-IPADE
Ciudad de México.
Muchos problemas, pocas soluciones. Angustias existenciales y crisis personales. Procesos de evasión y ignorancias profundas. Pesimismo estructural y cuellos de botella.
Por otro lado: afanes, deseos, impulsos, esperanzas. Hay quienes dicen que las cosas pueden ir mejor. Se puede hacer una diferencia. Se puede encontrar la manera de lograr una gran movilización. El futuro puede ser mejor que el pasado, si el presente se convierte en su anticipación. Esto es sólo trabajando ahora se puede superar el ayer y proyectar el futuro.
Para ello hay que recuperar el sentido de propósito social. Hay que recuperar en las élites intelectuales el sentido de que tienen una misión. Las élites económicas, sociales, pero sobre todo las intelectuales y culturales tienen que darse que cuenta de que están para algo más que para tener la última máquina extranjera de hacer café, para asistir a catar vinos o jugar golf, y darse así un toque de cierto refinamiento en el mundo de la oferta y la demanda.
Hoy como nunca necesitamos que los intelectuales demuestren que la responsabilidad social y la solidaridad no pertenecen a un conjunto de vocablos que informan una retórica vacía.
“El siglo que nos espera –dice Zygmunt Bauman-[1] podría perfectamente ser una era de catástrofe definitiva. Pero también podría ser una época en la que se negociase un nuevo pacto entre los intelectuales y el pueblo –entendido ahora como la humanidad en su conjunto- y se le diese vida.”
El futuro esta abierto. Gran parte de lo que suceda dependerá de los que pueden ayudar a recuperar el sentido de propósito social en ellos mismos y en los demás. Los comunicadores, los directores, los profesores, en una palabra los intelectuales tiene la grave de responsabilidad de aceptar su propia identidad: ser punto de referencia, ayudar a iluminar, mostrar los caminos de la generosidad y el desarrollo
El cambio tiene que venir de las personas que por su cultura, por su preparación tienen más posibilidades de influir en los otros. Esta es una llamada urgente a todos cuantos tiene la posibilidad de dirigirse a un público numeroso, desde luego a través de los medios de comunicación, pero sobre todo a través de los procesos de gobierno o de dirección o en las aulas y actividades académicas, que ciertamente llegan a un número menor de personas, pero con una incidencia enormemente superior, no sólo por el efecto inmediato que tienen en los subordinados o en los estudiantes, sino por el efectos multiplicador que esas personas pueden tener en las organizaciones, instituciones y en la sociedad.
[1] Bauman, Zygmunt. Miedo líquido. Ed. Paídos, Barcelona, 2007.
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Los tópicos de los tópicos: el fútbol 2010.
Por Felipe González.
“México inicia su trayectoria hacia el campeonato mundial!”. “El mundo se detiene frente a un balón”. “Por un momento de olvidan las diferencias”. “Miles de millones de personas verán los partidos”. “El fútbol es pasión, es arte, es cultura”. “El fútbol es uno de los máximos entretenimientos”. “Nadie puede sustraerse al Campeonato del mundo”. “Todo es mercadotecnia y dinero”. “Es uno de los más grandes negocios”.
Patrocinadores, productores, consumidores todos encuentran en el fútbol la oportunidad para celebrar al mercado. El mercado se impone: la pregunta es siempre la misma ¿Se produce por qué hay demanda? O bien ¿Hay demanda por qué se produce? Eso es irrelevante. Lo importante sigue siendo ganar dinero.
La gran masa no ganará dinero, pero lo aportará. Algunos realizarán gastos o se endeudaran de una manera catastrófica. Serán los menos. Otros –casi todos- contribuirán en la medida de sus posibilidades. Gastarán para el ver futbol: compararán televisores, pagarán en restaurantes y bares, se suscribirán a los sistemas de televisión pagada, compraran camisetas y ropa de deportiva que nunca usarán para su diseño original; se aplicará la doble moral de los productos licenciados a precios exorbitantes, y la generación de mercados informales (ilegales o criminales), para que todos, y en todos los niveles de precios, puedan obtener un producto común, masificado e igualitario.
Se comprarán golosinas, botanas, comida superflua, bebidas “espirituosas”, se alterarán los horarios laborales, académicos, políticos y sociales. No hablar de fútbol supondrá estar desconectado, se verá fútbol, anochecerá y amanecerá con fútbol, se beberá fútbol, se comerá fútbol, se…
Se trata de una gran fiesta. Se trata de una fiesta mundialista, globalizadora, totalizante. Todos deben participar de ella, todos pueden hacerlo, o casi todos, o por los menos muchos. Se trata de lograr el mayor placer posible, para la mayor cantidad posible de personas: bienvenido el utilitarismo. Todos requieren de esparcimiento y distracción. Hay que reír, emocionarse, delirar, soñar, arrebatarse, explotar, gozar y exultar. También habrá drama, desencuentros, frustraciones y arrebatos. Es la vida y hay que vivirla, revestida de fútbol.
Ciudad de México, 10 de junio de 2010.
“México inicia su trayectoria hacia el campeonato mundial!”. “El mundo se detiene frente a un balón”. “Por un momento de olvidan las diferencias”. “Miles de millones de personas verán los partidos”. “El fútbol es pasión, es arte, es cultura”. “El fútbol es uno de los máximos entretenimientos”. “Nadie puede sustraerse al Campeonato del mundo”. “Todo es mercadotecnia y dinero”. “Es uno de los más grandes negocios”.
Patrocinadores, productores, consumidores todos encuentran en el fútbol la oportunidad para celebrar al mercado. El mercado se impone: la pregunta es siempre la misma ¿Se produce por qué hay demanda? O bien ¿Hay demanda por qué se produce? Eso es irrelevante. Lo importante sigue siendo ganar dinero.
La gran masa no ganará dinero, pero lo aportará. Algunos realizarán gastos o se endeudaran de una manera catastrófica. Serán los menos. Otros –casi todos- contribuirán en la medida de sus posibilidades. Gastarán para el ver futbol: compararán televisores, pagarán en restaurantes y bares, se suscribirán a los sistemas de televisión pagada, compraran camisetas y ropa de deportiva que nunca usarán para su diseño original; se aplicará la doble moral de los productos licenciados a precios exorbitantes, y la generación de mercados informales (ilegales o criminales), para que todos, y en todos los niveles de precios, puedan obtener un producto común, masificado e igualitario.
Se comprarán golosinas, botanas, comida superflua, bebidas “espirituosas”, se alterarán los horarios laborales, académicos, políticos y sociales. No hablar de fútbol supondrá estar desconectado, se verá fútbol, anochecerá y amanecerá con fútbol, se beberá fútbol, se comerá fútbol, se…
Se trata de una gran fiesta. Se trata de una fiesta mundialista, globalizadora, totalizante. Todos deben participar de ella, todos pueden hacerlo, o casi todos, o por los menos muchos. Se trata de lograr el mayor placer posible, para la mayor cantidad posible de personas: bienvenido el utilitarismo. Todos requieren de esparcimiento y distracción. Hay que reír, emocionarse, delirar, soñar, arrebatarse, explotar, gozar y exultar. También habrá drama, desencuentros, frustraciones y arrebatos. Es la vida y hay que vivirla, revestida de fútbol.
Ciudad de México, 10 de junio de 2010.
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Gobernabilidad y Transparencia
Los temas tabú del siglo XXI.
03/06/10 10:05
El 1° de junio de 2010 lance una pregunta en Facebook: “Se requiere una profunda renovación de las ideas. Hay que tocar los temas políticamente incorrectos. Hay que plantear las preguntas incómodas sobre el sentido y el fin de la existencia humana, aunque a veces no sea fácil responderlas. ¿Cuáles son los temas tabú del siglo XXI?
Transcribo las respuestas y agradezco enormemente los cometarios que mucho me ayudan en esta indagatoria. Los temas tabú del siglo XXI pueden ser: el sentido de la humanidad, la carencia de liderazgo honesto y transformador, conciencia global y medio ambiental, la falta de ideas, la banalización de los temas de fondo, el amor y el poder.
Carlos Artasánchez:
“Aunque no parezca ser tabú, creo que el sentido de la humanidad en cuanto tal puede ser uno de los temas más importantes, ¿Qué es lo que queremos como seres humanos y a dónde queremos ir y a dónde efectivamente nos estamos dirigiendo? Otros temas son el calentamiento global, los modelos económicos, los límites y la supervivencia del Estado, etc., habrá que priorizarlos...”
Arturo Molina:
“Un tema podría ser la carencia de liderazgo honesto y transformador en los actores que representan a la comunidad, donde quiera que se encuentre ésta...”
Pedro Ribé
“Esa consciencia global creo que apenas se está conformando, puede ser que pudieras hablar de una consciencia global sobre el medio ambiente, y algunos otros temas. Habría que ver por bloque y en la mayoría de los casos por país. ¿Qué quieren los estadounidenses y qué los chinos? yo creo que quieren cosas distintas.”
Claudia Schwerdt:
“Yo creo que siguen siendo los mismos por ahora, pero cobra más fuerza como tabú el tema de las ideas (o la falta de ellas). Ya no alcanza con hablar de ideologías o creencias, creo que el tema es más existencial aún: El gran monstruo del siglo XXI se parece mucho al vacío, a la banalización de casi todos los temas importantes.”
Anónimos:
[Dos personas me enviaron los mail que reproduzco, y me ha permitido que lo publique con la condición de no identifique la fuente. Se ve que los consideran tabú-tabú.]
El tabú del amor o el amor como tabú.
“¿Cuáles son los temas tabú del siglo XXI? Uno de ellos es el amor. ¡Qué cosa tan tonta es el amor! Poemas, obras de teatro, novelas y películas. Todas giran en torno del amor. Se trata de algo aspiracional, pero que nunca se logra. Se intuye, pero no se palpa. Todos quieren –o queremos- amar y ser amados. Sin embargo, nadie ama, ni es amado. Se ama lo que se tiene lejos y entonces es un deseo. Se ama la idea. E incluso se puede sentir emoción.
“ (…) ¿Se ama a los padres, a los hermanos, a los familiares? ¿Se les ama realmente, o sólo se tienen sentimientos pasajeros de bondad hacia ellos?
“Nadie ama lo que tiene cerca, lo cercano es repulsivo. Se ame lo que no está. Cuando lo que está se desvanece entonces se añora, y viene el sentimiento o el deseo que es lo que muchos llaman amor. (…)
“Se suele decir que “no se puede vivir sin amor”. La realidad es que el amor no existe. (…) Es tan raro, que no se encuentra al alcance. Hay relaciones de intercambio y poco más. Estas relaciones pueden gratificar o suponer un costo desde un punto de vista psicológico. Se intercambian expresiones, gestos y recompensas. Hay compañeros de viaje, y poco más.
“La ausencia del amor es extremadamente común. No hay amor entre los esposos, o más resulta ser muy escaso. Las amistades son realmente vínculos de intereses. Cesado el interés la relación desaparece.
“¿Por qué vivir aspirando al amor o por el amor, si prácticamente no se da? ¿No sería mejor afirmar, al inicio del siglo XXI, que lo único que existen son relaciones objetivas de intercambio, y que las personas tenemos un valor para los demás en función de las circunstancias, y de esa forma estructurar la vida de manera menos utópicas y más realista? ¿No se trata al final de cuentas de la misma economía de mercado que rige el intercambio de bienes, la que debería regir el intercambio de “afectos”, “simpatías” e “intereses”?”
El poder-tabú.
“El poder es un dato. Es un buen tema para EPS. Hay que reconocer que no se justifica. El poder no tiene fundamento, es la imposición. Se manda porque se puede, y se puede porque se tiene poder. Todos tendemos imponer nuestros gustos. Imponemos nuestra forma de ser. Nos imponen sus visiones. El poder reviste de cualidades que los sujetos no poseen.
“ (…) Los que tienen poder son simpáticos, graciosos, ocurrentes. Son elocuentes. Qué seguros son y qué seguros son. Siempre están en lo correcto. Siempre hacen el bien y van a lo mejor. Los guía el deber, el sacrificio es su divisa.
“Los poderosos están dotados de una visión superior; son infalibles, incapaces de cometer algún error, si alguna vez lo hacen resulta ser providencial, pues siempre son guiados por fuerzas superiores. (…) Tienen una inteligencia descomunal. Su socarronería es sutileza; su doblez es discreción; su soberbia, humildad; su falta de imaginación, creatividad. No se equivocan nunca, porque siempre tienen la razón. (…)
“Su rudeza, es sinceridad. Su indocilidad, es defensa del deber. Su absolutismo, es la más alta racionalidad aplicada.
“¿El poder genera una adrenalina especial o más bien son las personas poderosas, las que genéticamente están dotadas de esa especial “adrenalina”, que las hace tan fuera de serie? La “adrenalina” del poder se mete por todas las dendritas del ser, va a los últimos poros, permea capilarmente. Quien se acostumbra al poder, no puede dejar de manar, es como si estuviera en su naturaleza. ¿No es el poder fruto de la selección natural? ¿Los más fuertes sobre los más débiles?”
El 1° de junio de 2010 lance una pregunta en Facebook: “Se requiere una profunda renovación de las ideas. Hay que tocar los temas políticamente incorrectos. Hay que plantear las preguntas incómodas sobre el sentido y el fin de la existencia humana, aunque a veces no sea fácil responderlas. ¿Cuáles son los temas tabú del siglo XXI?
Transcribo las respuestas y agradezco enormemente los cometarios que mucho me ayudan en esta indagatoria. Los temas tabú del siglo XXI pueden ser: el sentido de la humanidad, la carencia de liderazgo honesto y transformador, conciencia global y medio ambiental, la falta de ideas, la banalización de los temas de fondo, el amor y el poder.
Carlos Artasánchez:
“Aunque no parezca ser tabú, creo que el sentido de la humanidad en cuanto tal puede ser uno de los temas más importantes, ¿Qué es lo que queremos como seres humanos y a dónde queremos ir y a dónde efectivamente nos estamos dirigiendo? Otros temas son el calentamiento global, los modelos económicos, los límites y la supervivencia del Estado, etc., habrá que priorizarlos...”
Arturo Molina:
“Un tema podría ser la carencia de liderazgo honesto y transformador en los actores que representan a la comunidad, donde quiera que se encuentre ésta...”
Pedro Ribé
“Esa consciencia global creo que apenas se está conformando, puede ser que pudieras hablar de una consciencia global sobre el medio ambiente, y algunos otros temas. Habría que ver por bloque y en la mayoría de los casos por país. ¿Qué quieren los estadounidenses y qué los chinos? yo creo que quieren cosas distintas.”
Claudia Schwerdt:
“Yo creo que siguen siendo los mismos por ahora, pero cobra más fuerza como tabú el tema de las ideas (o la falta de ellas). Ya no alcanza con hablar de ideologías o creencias, creo que el tema es más existencial aún: El gran monstruo del siglo XXI se parece mucho al vacío, a la banalización de casi todos los temas importantes.”
Anónimos:
[Dos personas me enviaron los mail que reproduzco, y me ha permitido que lo publique con la condición de no identifique la fuente. Se ve que los consideran tabú-tabú.]
El tabú del amor o el amor como tabú.
“¿Cuáles son los temas tabú del siglo XXI? Uno de ellos es el amor. ¡Qué cosa tan tonta es el amor! Poemas, obras de teatro, novelas y películas. Todas giran en torno del amor. Se trata de algo aspiracional, pero que nunca se logra. Se intuye, pero no se palpa. Todos quieren –o queremos- amar y ser amados. Sin embargo, nadie ama, ni es amado. Se ama lo que se tiene lejos y entonces es un deseo. Se ama la idea. E incluso se puede sentir emoción.
“ (…) ¿Se ama a los padres, a los hermanos, a los familiares? ¿Se les ama realmente, o sólo se tienen sentimientos pasajeros de bondad hacia ellos?
“Nadie ama lo que tiene cerca, lo cercano es repulsivo. Se ame lo que no está. Cuando lo que está se desvanece entonces se añora, y viene el sentimiento o el deseo que es lo que muchos llaman amor. (…)
“Se suele decir que “no se puede vivir sin amor”. La realidad es que el amor no existe. (…) Es tan raro, que no se encuentra al alcance. Hay relaciones de intercambio y poco más. Estas relaciones pueden gratificar o suponer un costo desde un punto de vista psicológico. Se intercambian expresiones, gestos y recompensas. Hay compañeros de viaje, y poco más.
“La ausencia del amor es extremadamente común. No hay amor entre los esposos, o más resulta ser muy escaso. Las amistades son realmente vínculos de intereses. Cesado el interés la relación desaparece.
“¿Por qué vivir aspirando al amor o por el amor, si prácticamente no se da? ¿No sería mejor afirmar, al inicio del siglo XXI, que lo único que existen son relaciones objetivas de intercambio, y que las personas tenemos un valor para los demás en función de las circunstancias, y de esa forma estructurar la vida de manera menos utópicas y más realista? ¿No se trata al final de cuentas de la misma economía de mercado que rige el intercambio de bienes, la que debería regir el intercambio de “afectos”, “simpatías” e “intereses”?”
El poder-tabú.
“El poder es un dato. Es un buen tema para EPS. Hay que reconocer que no se justifica. El poder no tiene fundamento, es la imposición. Se manda porque se puede, y se puede porque se tiene poder. Todos tendemos imponer nuestros gustos. Imponemos nuestra forma de ser. Nos imponen sus visiones. El poder reviste de cualidades que los sujetos no poseen.
“ (…) Los que tienen poder son simpáticos, graciosos, ocurrentes. Son elocuentes. Qué seguros son y qué seguros son. Siempre están en lo correcto. Siempre hacen el bien y van a lo mejor. Los guía el deber, el sacrificio es su divisa.
“Los poderosos están dotados de una visión superior; son infalibles, incapaces de cometer algún error, si alguna vez lo hacen resulta ser providencial, pues siempre son guiados por fuerzas superiores. (…) Tienen una inteligencia descomunal. Su socarronería es sutileza; su doblez es discreción; su soberbia, humildad; su falta de imaginación, creatividad. No se equivocan nunca, porque siempre tienen la razón. (…)
“Su rudeza, es sinceridad. Su indocilidad, es defensa del deber. Su absolutismo, es la más alta racionalidad aplicada.
“¿El poder genera una adrenalina especial o más bien son las personas poderosas, las que genéticamente están dotadas de esa especial “adrenalina”, que las hace tan fuera de serie? La “adrenalina” del poder se mete por todas las dendritas del ser, va a los últimos poros, permea capilarmente. Quien se acostumbra al poder, no puede dejar de manar, es como si estuviera en su naturaleza. ¿No es el poder fruto de la selección natural? ¿Los más fuertes sobre los más débiles?”
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Hallazgos y revelaciones
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