miércoles, 28 de noviembre de 2018

México y politica: la guerra virtual y cambio de poder


México y política: la guerra virtual y el cambio de poder.

Felipe Mario González
Presidente del Centro de Enprendimiento Gobernabilidad & Innovación.
Profesor Emérito del IPADE.

La propaganda, la viralización y la comercialización lo son todo. Nuestras sociedades del siglo XXI, han seguido la pauta establecida en el siglo XX: lo que importan son las marcas. Establecer una marca institucional o individual como sinónimo de bueno, justo y ético consigo mismo, permite la justificación del gusto. No importan los contenidos, las realidades o los hechos, vivimos en un mundo de percepciones y éstas puedan ser manipuladas.

En la época de la post-verdad, vivimos una guerra no declarada, en la que el maquiavelismo práctico se ha enseñoreado de las relaciones privadas y publicas. Se trata de lograr el éxito y eso significa hacer prevalecer los propios intereses, metas y objetivos, por encima de los demás. Se trata de competir para ver quien gana, y la regla de oro es que “siempre digas o hagas lo que conviene más a tus intereses, como si lo fuera lo mejor para todos, aunque de hecho no lo sea.” Según el analista y exmilitar Stefan J. Banach el objetivo de los actores es “comunicar con éxito que lo correcto es incorrecto y lo que incorrecto es correcto”.

Es una secuela del individualismo, de la competencia como elemento único de la vida humana y de las relaciones sociales. Estamos para ganar, y sólo unos pocos pueden hacerlo, por lo tanto es válido y correcto hacer lo que se tenga que hacer para prevalecer. Para lograr ese objetivo Banach señala otra pista, hay que “generar desequilibrio individual y social… cegar la mente del adversario a través de la propagación de elementos de ambigüedad que atacan, engañan y confunden a las personas y producen distracciones masivas de manera tanto física como no física”.

Esta guerra es virtual, mediática y cultural. Por ello utiliza todos los medios de comunicación, con especial énfasis en los espacios virtuales, en los que la realidad puede ser creada o recreada a nuestro antojo. Los países, las organizaciones legales e ilegales, las instituciones y hasta las empresas utilizan hoy auténticos ejércitos de robots cibernéticos para imponer sus objetivos. Y respetan la regla fundamental de la guerra total: la victoria, para la cual no hay sustituto. Por supuesto que se pueden hacer alianzas y tener compañeros de camino, pero nunca nadie afirmará el principio de lealtad, porque solo cuentan los intereses propios o de grupo.

En diversos países y desde 2014, se han identificado lo que se llaman ejércitos de trols (seres malignos de la mitología que habitan en los bosques, desproporcionados y devastadores) que se apoyan en bots (o sea lo mismo que los trols pero automatizados). A estos mercenarios se unen los odiadores o haters, que difunden información tóxica y llevan a cabo acosos de carácter sistémico contra personas, instituciones y países.  En los países bálticos ha sido identificados los trols rusos, mucho antes de la trama moscotiva en las elecciones estadounidenses; otro tanto ha ocurrido en Holanda, en donde incluso decidieron desconectar los sistemas de computo electoral de los medios electrónicos, para evitar interferencias; y esto por no hablar de las acciones llevadas a cabo en España y en el área Latinoamérica por los herederos de la revolución chavista.

Hoy tenemos en México una coyuntura histórica, el nuevo gobierno del presidente López Obrador se enfrenta a problemas fundamentales, como son la corrupción rampante, la irrelevancia de la ley o la imposición de privilegios y cotos de poder, la carestía y la precariedad de millones de personas, en contraste con la acumulación intensiva de recursos y su consecuente prevaricación.

¿Estarán -la sociedad mexicana y su gobierno- dispuestos a hablar con la verdad, a buscar el bien de todos y a generar unas relaciones armónicas? Ésta es la gran pregunta que nos formulamos todos en las vísperas de la toma de posesión del nuevo poder. ¿Daremos como sociedad y contando con el compromiso de dirigentes políticos, autoridades gubernamentales, líderes empresariales, sociales y culturales, la batalla de los Elfos y de los hombres frente a los Trols y los bots de la barbarie, la desinformación y el absolutismo? Esta la es la cuestión ante la que ninguna y ninguno de nosotros debería permanecer indiferente.

28 de noviembre de 2018.


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