Participación cívica
En la medida en que nuestro país se
convierte en más cínico o pesimista acerca de la política, ser uno de los
ciudadanos que vota –ser un votante-, se convierte más y más en poderoso
atributo cívico. Pasadas la elecciones, debemos ahora convertirnos en
activistas cívicos.
Nosotros hemos decido utilizar nuestras
energías y nuestro tiempo para darnos el lujo de trabajar por el bien de todos.
Los agitadores sociales gritan y se enfurecen, y presentan abruptamente una
listas de demandas, pero no saben aportar algo.
Nosotros en cambio buscamos lo que buscan
todas las personas, las mismas cosas que nos preocupan a todos: mejorar el
nivel de vida, hacer la vida más segura, tener mejores niveles de salud y
educación…
Muchos votan porque sienten que deben
hacerlo. Pero se necesita un impulso mucho mayor para entrar a actuar en la
vida cívica y política. Las personas tienden a participar en aquello que les
afecta. Y por ello suelen participar en movimientos restringidos. Nosotros
debemos buscar la participación con miras más altas y más generales.
Se trata de crear una red de acción.